lunes, 15 de diciembre de 2008

Jueves 27 de Noviembre: Shogo

Jueves 27 de Noviembre

No sabía donde iba a encontrar cuatro vampiros iguales a mí. No tenia pista alguna y lo peor de todo es que Beckett si sabia donde encontrarlos, de otra forma ¿Cómo sabia el que son cuatro vampiros iguales a mi?
Beckett debe saber muchas cosas si tiene 200 años como vampiro, ha debido de ver mucho, viajado mucho y matado mucho.

María estaba a mi lado, observándome durante ya un buen rato. Yo no me había percatado de eso.

-¿En que piensas?
-En nada
-No mientas, se que estas pensando en algo
-¿En serio? ¿Y en que estoy pensado?
-No lo se, solo se que piensas en algo.

Me quede en silencio un rato.

-María, si quisieras encontrar a alguien en Lima, ¿Por donde comenzarías a buscar?
-¿Por qué la pregunta?
-Simple curiosidad
-Déjame ver…creo que empezaría en Miraflores
-¿Miraflores?
-Si, te diría San Isidro, pero es solo una zona de puras oficinas y bancos. Solo a ti te gusta ese lugar.

No había considerado Miraflores en mi zona de búsqueda, en realidad no había considerado ningún distrito de Lima en mi búsqueda. Pero Miraflores era una zona céntrica donde acude mucha gente, sobretodo de noche.

-¿Acaso crees que tu creador esta en Miraflores?
-No
-¿Y al sujeto de ojos rojos que vimos en el Olivar?
-El esta en Barranco no en Miraflores.
-Con que ya lo fuiste a ver.

Me quede en silencio

-Vaynard, tú me dijiste que me dirías cuando decidieras verlo
-Si lo se, pero la nota decía que tenia que ir solo
-¿Y?, ¿Acaso le crees a ese sujeto?
-Digamos que es la única pista que tengo de mi creador, aunque ese Beckett no me agrada del todo, es muy creído

María se quedo en silencio por un momento

-Disculpa Vaynard, ¿Cómo se llama el sujeto?
-Beckett
-¿Beckett?
-Si, ¿Por?

María se había puesto pálida, sus hermosos ojos me miraban fijamente.

-Oye María, ¿estas bien?
-No
-¿Qué te ocurre, dime?
-Tienes que ver algo, ven

Ella se dirigió hacia su cuarto, yo la seguí. Vi que se acerco a su biblioteca y saco un libro delgado de pasta negra.

Lo abrió y se puso a buscar algo entre las páginas.

-Aquí esta- dijo María

Ella me mostró el libro. Había un párrafo que decía:

“Mi chiquillo, Beckett, continúa reafirmando que la Crónica de Caín es una parábola vampírica. Yo estoy en desacuerdo totalmente, pero Beckett es un chiquillo a quien aprecio enormemente. Incluiré sus estudios y descubrimientos aquí, en las páginas que siguen a ésta.”

-¿Beckett? Hablan de el en ese libro.
-Solo un poco- me dijo María
-¿Crónicas de Caín?
-Es una historia antigua, habla de que Caín se volvió un vampiro tras matar a Abel, su hermano
-¿Cómo se llama el libro?
-El Libro de NOD
-¿NOD?
-Pensé que habías leído todos los libros de vampiros Vaynard
-Bueno, en realidad casi todos
-Este libro es único, hay varias traducciones pero esta es la más cercana a la real
-¿Quieres decir que hay otras copias?
-Si, pero la mayoría de esos libros están llenos de mentiras

Cogi el libro y le di una revisada.

-Como puedes ver, querido Vaynard, este libro es un relato de la creación del vampirismo
-¿Ósea como una biblia?
-Exacto, como una biblia

Nos quedamos en silencio.

-Iré a buscar a unos vampiros
-¿Qué?
-Lo que oíste, voy a buscar a cuatro vampiros
-¿Pero en donde?
-En Miraflores

Salí de la habitación. Cogi mi saco y salí de la casa de María.

Me dirigí hacia Miraflores. Tenia que encontrar a esos vampiros que, según Beckett, eran cuatro y estaban aquí en Lima.
Eso me parecía raro. ¿Por qué Lima? ¿Por qué aquí? Aquí no hay muchos lugares oscuros. ¿Y si esos vampiros son resistentes al sol, como yo?

En ese momento se me vino a la mente lo que me dijo Beckett, de que esos vampiros eran iguales a mí. Si ese era el caso pues encontrarlos será mucho más dicífil.

Llegue a Miraflores, a una zona céntrica como lo es el parque Kennedy. Es el parque principal de Miraflores. Me senté en el teatrin del parque, un lugar circular donde la gente se sienta a ver espectáculos callejeros.

Miraba alrededor pensando en donde los encontraría. A este paso mi búsqueda no me llevaría a nada y Beckett no me diría lo que sabe.

-Hola, ¿Eres de por aquí?

La persona que me había hablado era alguien de mi edad, de facciones asiáticas.

-Hola, si soy de por aquí.
-Pues parece que no, como estas mirando de un lado a otro…
-Eres muy observador, ¿Cómo te llamas?
-Shogo
-¿Nombre japonés?
-Si, mi padre era japonés

Shogo esta vestido con una casaca negra, un polo blanco y jeans.

-¿Y tu como te llamas?
-Vaynard
-Nombre raro
-Si lo se
-Dime Vaynard, si no estas ocupado ¿Me podrías acompañar a un lugar?
-¿A donde?
-A un bar de por aquí

Fui con Shogo a un pequeño bar que estaba por ahí, en realidad no era un bar sino un restaurante.

-¿Te vas a pedir algo?-Me pregunto Shogo
-Eh….jugo de tomate
-Muy gracioso…. ¡Ey! Mozo, dos cervezas por favor

El mozo nos trajo dos cervezas heladas.

-¿Y bien? ¿No vas a tomar?- Dijo Shogo
-No, no soy partidario de la cerveza
-Eres una persona rara, ¿Lo sabias?
-Si, algo

Por nuestro lado pasaron dos chicas muy simpáticas. Llevaban unos polos muy escotados y minifaldas.

-Hola chicos ¿Quieren compañía?
-Claro nenas, por favor- Dijo Shogo

Yo lo mire sorprendido. Esas mujeres eran peperas, son mujeres que ponen droga o somníferos en los tragos de los hombres para que una vez que estos se queden dopados ellas aprovechen para robarles. Normalmente las victimas de las paperas nunca sobreviven debido a la sobredosis de droga puesto en la bebida.

-¿Y como se llaman guapos?
-Yo soy Shogo y el es mi amigo Vaynard
-¿Y son de por aquí?
-No, hemos venido de vacaciones
-¿En serio? ¿Y donde se quedan?
-En un hotel de por aquí, si gustan vamos para que lo conozcan

En ese momento, para mi, Shogo era el ser mas lanzado del planeta. Y lo peor de todo que yo estaba ahí, dentro de su plan de “noche de sexo”
Las chicas accedieron a la petición de Shogo. Nos dirigimos los cuatro a un hotel de la avenida Arequipa.

-Vaynard, te voy a enseñar algo que nunca has visto- me dijo Shogo
-Oye, no creo que sea buena idea
-Tranquilo, nadie se enterara

Shogo pidió dos habitaciones.

En lo personal las peperas me caían mal, además me moría de hambre. No había tomado sangre durante un día y eso para mi es mucho.

-Ponte cómodo amor- Me dijo la chica con la entre a la habitación
-No, al contrario…tú ponte cómoda.

Y fue ahí donde le mordí el cuello para tomar de su sangre. La deje en el borde de la vida y la muerte.

-Antes de morir quiero que sepas que el ser pepera no fue una buena opcion en tu vida. Esta muerte es la consecuencia de haber obrado mal y haber hecho sufrir a mucha gente

En ese momento sentí una presencia oscura, muy distinta a la que había sentido cuando me encontré con Beckett. Provenía de la habitación de a lado.

Salí rápido de la habitación donde me encontraba y abrí la puerta de la otra habitación.
Lo que vi me dejo sin palabras

Estaba Shogo mordiendo el cuello de la mujer, sus ojos estaban rojos.

-Shogo, tu también…
-Oye, te dije que te mostraría algo que nunca has visto-Me dijo Shogo, tirando el cuerpo de la mujer sin vida al piso
-Eso ya lo he visto, gracias.
-Así que tu también eres vampiro Vaynard, eso es bueno…
-Si tú lo dices.

Hubo un silencio largo en la habitación

-Beckett te esta buscando, a ti y a tres vampiros más
-¿Beckett?, sigue vivo ese ojos rojos.-dijo Shogo con un tono fastidiado
-Si, se ve que te cae muy bien-fui sarcástico al decirle eso
-¿Qué te dijo ese vampiro cascarrabias?
-Que me diría quien era mi creador si encontraba a cuatro vampiros
-A mi también me dijo lo mismo- Dijo Shogo

¿Lo mismo? ¿O sea que Shogo había sido creado por el mismo vampiro que o era solo una coincidencia?

-Cuéntame de tu conversión- Le dije a Shogo
-Todo empezó hace 3 semanas. No se como pero, de un momento a otro sentí mucha sed y no era precisamente de agua. Me salieron colmillos y me puse muy pálido. Sentí un dolor insoportable en mi cuello, tan fuerte fue el dolor que me desmaye. Cuando desperté pues…ya era un vampiro.

Lo que Shogo me había contado era una historia muy semejante a mi conversión.

-¿Y viste a tu creador?
-No, por eso lo estoy buscando
-¿Y ya sabes usar todos tus poderes?
-¿A que se debe esa pregunta?
-Simple curiosidad

Shogo miro el cadáver de la mujer que había matado hace unos instantes.

-Atracción
-¿Atracción?
-Así es, veras, según lo que se y lo que he experimentado, nosotros los vampiros tenemos un poder único de atracción. Esas mujeres que conocimos en el restaurante no se hubieran acercado si es que yo no hubiera usado ese poder. Además quería matarte a ti también, pero resultaste ser igual a mi.

Shogo tenía razón, éramos dos jóvenes tomando una cerveza. En realidad no teníamos mucho dinero para ser blanco de peperas. Además eso de matarme como parte de su plan como que no me gusto mucho.

-Pareces sorprendido-Me dijo Shogo
-Un poco
-¿Y tu que habilidad descubriste?
-Pues lo básico: Correr muy rápido y saltar muy alto
-Entonces deberías aprender la habilidad de atracción
-No, mi novia me mataría- Dije sin pensar

Shogo se quedo boquiabierto

-¿Tienes novia?
-Bueno…algo así
-¿Y no te dice nada con respecto a tu alimentación?
-La misma pregunta me hizo Beckett
-Me imagino

Salimos del hotel. Ya era de madrugada.

-¿Y que vas a hacer?-Me dijo Shogo
-Pues ya encontré a uno de cuatro, me faltan tres
-¿Crees que Beckett sepa quien es nuestro creador?
-No lo se, creo que si

Pedí un taxi para que me llevara a la casa de María. Antes de abordar Shogo me dio una tarjeta.

-Búscame en esta dirección, a ver si salimos otro día
-OK, gracias. Es bueno encontrar a otro ser como yo.

Subí al taxi y me dirigí hacia la casa de María. Ya había hecho una cuata parte del trabajo que Beckett me había dado. Aun tengo que encontrar a tres vampiros más.



Vaynard



No hay comentarios: