domingo, 1 de agosto de 2010

Infiltración en el CSL (Cuartel de la Sociedad de Leopoldo)

-¿Cómo es posible que coquetees con alguien y no sepas lo básico que es bailar?
-¿Con quien coqueteaba?
-Conmigo
-Si, claro
-¿Acaso no soy lo suficientemente atractiva para tus gustos vampiricos?
-No he dicho que no lo seas, pero el “coqueteo” como tu lo dices no era mas que una habilidad vampírica llamada atracción, eso es todo. No creas que se me cae la baba por ti.
-Ni tu creas que a mi se me cae la baba por un vampiro creído y sin gracia para el baile como tu.
-Si claro, pero fue fácil sacarte el número telefónico.
-El alcohol te puede jugar malas pasadas, y ese día todos bebimos alcohol.
-No todos. Shogo, Beckett y yo estábamos bebiendo sangre.
-Ustedes si que son de lo peor, por eso siempre me dijeron que no confiara en los Vástagos…todos son muy manipuladores.
-¿Esas palabras te las dijeron en tu escuelita para cazar vampiros?
-No te metas con la Sociedad de Leopoldo. Solo estoy ayudando por que se que ellos tienen archivos secretos acerca de Lucita. En otro caso te hubiera negado mi ayuda.
-Esta bien, lo siento, no debí faltar el respeto a tu secta.
-¡Que no es una secta! Ellos son como una familia para mi, la familia que perdí a manos de una asesina de tu especie…
-De nuestra especie, querrás decir…
-¡Ya lo se! No tienes que andar repitiéndome eso a cada rato.

El carácter de Milagros es muy similar al mío. Ambos somos competitivos, burlones y no nos gusta perder. Así que, normalmente, parábamos discutiendo. Muchas veces pensé si esas discusiones me llevarían a tener con ella una relación como la de Shogo y Stephanie, pero, siempre que pensaba en eso, me imaginaba a mis dos amigos gritándome a la vez “¡No tenemos ninguna relación amorosa!”, así que preferí dejar de pensar en ese tema.

Estábamos en Surco, en la Avenida Benavides. Es un lugar muy transitado y con muchos locales comerciales, nada bueno seria si nuestra pequeña aventura de espías se complicara y de un momento a otro esa zona se volviera una zona guerra. Según lo que Milagros me había comentado la Sociedad de Leopoldo (SL) es una organización con muy buenos ingresos, a pesar de tener una fachada de sociedad benéfica sin fines de lucro, el Vaticano aprovisiona a la SL de dinero y armamento para sus misiones “en nombre de Dios”. Siempre pensé que el organismo que el Papa dirige era corrupto, pero no pensé que podía sobrepasar límites como este.
Si la SL nos ve como una amenaza ellos atacaran, sin importar la cantidad de vidas inocentes que puedan cegar en sus “acciones de purificación”

-Dime Milagros ¿Existe alguna forma de infiltrarnos sin que se den cuenta de nuestra presencia?
-En realidad no.
-Me lo imagine- Pensé
-Pero, hay una forma de llegar al centro de la instalación, una vez adentro no te aseguro que salgas con vida.
-Si ellos atacan yo responderé.
-Prometiste que no les haría daño
-Pero no voy a dejar que me lastimen tampoco. Además tú también eres una vampira, estoy más que seguro que ellos olvidaran la amistad que sienten por ti y trataran de acabar contigo.
-No lo creo…no los conoces, ellos son…
-Ellos son humanos, la traición esta en sus genes.
-Ustedes los Vástagos son aun más traidores.
-¿En serio? ¿Te haz puesto a pensar el por que somos “mas que…” los humanos?

Milagros quedo en silencio.

-Es fácil para la SL criticar a los vampiros. “Ellos son mas crueles, más mentirosos, mas traidores”, pero lo que ellos no saben es que nuestro comportamiento tal y como era en nuestra vida mortal sigue siendo el mismo o un poco más marcado en nuestra no-vida. Es decir, si alguien siente pasión por el arte cuando es mortal, su pasión será mayor en su no-vida. Simplemente somos una amplificación del comportamiento humano, que te quede bien claro eso.

-Bueno, olvidemos eso-Dije para cortar el hielo –Cual es la forma de llegar hasta el CSL
-Es por las alcantarillas, esa es la forma, la única forma.


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La terraza con vista nocturna al centro financiero de un bar en San Isidro era el lugar perfecto para que Shogo y Stephanie conversaran un poco acerca de los diversos problemas que habían afrontado sin estar preocupados por algún ataque de otro vampiro demente como Degónius. Disfrutar de la vida al máximo era algo que tanto Stephanie y Shogo estaban acostumbrados en su vida mortal y no cambiaron mucho sus hábitos al ser convertidos en vampiros.
Ambos habían pedido un plato de papas fritas y un ron con coca-cola. Aunque no fueran a consumirlo, eso haría que los mozos se olviden de ellos por varios minutos.

-¿Cómo estarán a esos dos?
-Espero que bien, Beckett me contó algunas cosas que la SL que el simple hecho de recordarlo me aterra.
-No creo que sean tan despiadados.-Dijo Shogo haciendo la fínta de llevarse una papa a la boca
-Ya deja de hacer eso
-¿Hacer que?
-El actuar como si estuvieras comiendo
-Querida, la actuación es algo básico en nosotros los Vástagos. Que cosas como esta no te molesten, por favor, continua tu relato.
-Ellos son los inquisidores, los que hacen el trabajo sucio para la iglesia desde hace más de cuatrocientos años. Su objetivo principal es acabar con todos los demonios que habitan la tierra.
-Pero nosotros no somos demonios
-Para ellos si lo somos. Cualquier cosa que no sea normal es un acto demoniaco para ellos.
-Pero Stephanie, ellos tampoco son normales, es decir, ellos luchan de igual a igual contra vampiros y ya más de una vez han salido victoriosos. ¿Eso de por si ya no es fuera de lo común?
-Ellos son entrenados de una manera especial. Milagros me contó un poco de lo que fue su entrenamiento, un simple titulo de cazavampiros no describe toda la habilidad de la señorita Grace.
-¿Qué quieres decir?
-Shogo, ella es capaz de enfrentarse a un Assamita cuerpo a cuerpo, claro que no estoy segura quien vencería, pero yo no subestimaría a Milagros Grace, y mucho menos ahora que es una vampira.
-Estoy seguro que ellos conseguirán las pistas que desean, después de todo estamos hablando de Vaynard.
-¿Haz notado que Vaynard y Milagros se parecen?
-¿Qué?
-Si, ambos tienen un carácter parecido, e incluso ahora el objetivo de cada uno es encontrar a los vampiros que cambiaron drásticamente la vida de ambos.
-Yo opino que es casualidad.

Stephanie río y miro su vaso de ron con coca-cola

-Mi querido Shogo, en este mundo de manipuladores nada pasa por casualidad, recuerda bien eso.

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-Bien, con infiltración yo me imaginaba ingresar al CSL sigilosamente como un Ninja…no como una rata.
-Deja de quejarte, además esta es la única entrada.
-Bueno, si tú lo dices…

Milagros y yo habíamos bajado cinco metros bajo tierra y estábamos en el alcantarillado. El lugar era asqueroso, el olor a putrefacción estaba en cada esquina del lugar y sus pequeños habitantes nos daban la bienvenida con un chillido estremecedor.

-Odio las ratas.
-¿Eso es odio o miedo?
-Es odio ¿Por qué debería temerle a animales que miden menos de cincuenta centímetros?
-Es una simple pregunta. No tienes por que molestarte. Además varios hombres le temen a las ratas.
-¡Que lo mío no es miedo! Es simplemente que no estoy acostumbrado a las alcantarillas.

El camino hacia la puerta que daba cuarto de desagüe del CSL estaba poco iluminado, y al parecer hacia ya mucho tiempo que alguien no daba mantenimiento en esa zona.

-Si seguimos de frente daremos con una puerta roja. Esa es la puerta que conecta el cuarto de desagüe con unos escalones que da al patio principal del CSL.
-¿Patio principal? Que ostentosos.
-En realidad el CSL es un convento. Nadie sospecharía de un grupo fuertemente armado dentro de un convento.
-Tiene lógica, pero una vez adentro ¿A dónde tendremos que ir? Si el lugar es un convento debe ser grande y con varias habitaciones, no tardaran mucho en darse cuenta que hay intrusos en su área.
-Tenemos que ir a la biblioteca del segundo piso. Es una biblioteca especial y siempre para resguardada por cuatro sujetos armados. Solo unos cuantos miembros pueden ingresar a dicha biblioteca.
-Biblioteca del segundo piso, listo. ¿Y que vamos a buscar?

Los ojos marrones de Milagros se tornaron amarillos. La emoción invadía su cuerpo y eso se reflejó en sus ojos.

-El Corpus Maleficarum, ese es el documento que debemos buscar.
-¿Corpus Maleficarum? ¿Y que es eso?
-La SL archiva toda su investigación y actividades. Ya sean rumores, datos o alguna información verídica, ellos lo archivan y lo estudian. Es una colección enorme de apariciones demoníacas, exorcismos, brujas y vampiros. Cada CSL tiene un Corpus Maleficarum ya que dicha información debe ser estudiada por todos los miembros del alto consejo de la SL, y no todos se encuentran en un solo país.
-Así que tu plan era conseguir ese archivo.
-Es mejor que secuestrar a uno de los miembros y obligarlo a confesar ¿No crees?
-Vas de defenderlos a como de lugar ¿Cierto?
-Ya te lo explique, ellos son mi familia. Además…
-¿Además que?
-Además yo nunca he visto el Corpus Maleficarum, cualquier información de Lucita estará en ese archivo, estoy segura.

Llegamos al final del pasillo el cual daba con una puerta metálica de color rojo que estaba en proceso de oxidación.

-Bien, aquí es.
-Vaya, ya era hora. Acabando esto tomare una ducha.

La puerta estaba cerrada, pero eso no fue inconveniente para Milagros. Siendo una cazadora de élite de la SL abrir puertas con llave era una habilidad muy bien desarrollada por ella, casi un juego.

Entramos por la puerta y subimos por un escalón de piedra que daba hacia un pequeño sagrario ubicado en el patio principal del convento.

-Hay una escalera que dirige al segundo piso. No estoy segura de la cantidad de guardias en esa planta.
-Eso déjamelo a mi.

Mire hacia el segundo piso.

-Auspex…-susurre.

Mis ojos se tornaron rojos y mi visión se volvió cien veces mejor que la de un águila.

-Hay dos guardias al empezar el segundo piso, cinco caminando por todo la planta y los cuatro que mencionaste cerca un portón de madera. Hay un total de once sujetos y todos bien armados ¿Segura que son religiosos? Parecen militares de la franja de Gaza.
-¿Cómo has podido…?-Milagros estaba anonadada.
-Auspex, una habilidad vampírica muy útil. Luego hablaremos de eso. Ya te dije la posición del enemigo, ahora dime como planeas ingresar sin ser vista.
-Lo primero será reducir a los dos guardias de la entrada. El resto será fácil.
-Ingresar por la puerta principal no es una buena opción.
-¿Tienes otra idea?
-Somos vampiros, el elemento sorpresa es nuestra especialidad. Eso te enseñaron en tu escue…en la SL ¿No?
-Si, pero ¿Cuál es el elemento sorpresa?
-Tu
-¿Qué? ¿Yo?
-Si, tu. Ellos no esperan que tú estés aquí. Eso los distraerá el tiempo suficiente para que yo pueda atacar.
-No pensaras matarlos ¿O si?
-Ya te dije que no, solo los dejare inconcientes.
-OK. Empecemos.

Milagros subió por las escaleras hacia la entrada principal del segundo piso, mientras que yo, de un salto, llegue hacia una ventana de una habitación de dicha planta.

Entre a la habitación, las luces estaban apagadas pero eso no me molestaba. La habitación era pequeña, solo tenia una cama, un velador, un ropero pequeño, un pequeñísimo cuarto de baño y un espejo. Las paredes de la habitación estaban decoradas con cuadros religiosos de santos y mártires católicos y en la cabecera de la cama había una cruz.

-Típico cuarto de sacerdote- Pensé.

Salí silenciosamente de la habitación y me escondí detrás de una columna, esperando que Milagros subiera para empezar mí ataque.

-Hola chicos, que noche mas calmada ¿No?
-Srta. Grace, se supone que usted no debería estar aquí. –Uno de los guardias impidió que Milagros se le acercara más.
-Tranquilos, es que estoy muy aburrida, en esta ciudad gris no hay vampiros que cazar.
-Srta. Grace, entiendo que no haya tenido éxito en su búsqueda de vampiros, pero usted sabe que esta prohibido a los cazadores élite subir a este nivel. Aquí solo pueden subir los maestros y el Padre Rimara.
-¿Padre Rimara? ¿Esta aquí?
-Si, y ya sabe como es el, no le gusta que desobedezcan ordenes. Usted lo conoce mejor que nadie señorita.

Me acerque silenciosamente a uno de los guardias. Me sitúe detrás de el y de un golpe en la nuca lo deje inconciente.

-Uno menos, quedan diez.

Milagros seguía conversando con el guardia de la entrada del segundo piso.

-Estoy segura que el Padre Rimara no se molestaría conmigo. El me cuido y me entreno después de la muerte de mis padres, el es como un padre para mi.
-Entonces debería esperar a que el padre llegue. Si el autoriza su entrada entonces no habrá ningún problema.
-¿Va a venir?
-Si, en cualquier momento. Acaba de terminar una reunión con otros miembros en la embajada del Vaticano. Pronto vendrá aquí.

Me acerque a otro guardia. Usando la misma estrategia me situé en su espalda y un rápido movimiento de mi mano golpeo su cuello desmayándolo en el instante. Sin embargo al caer el cuerpo del guardia su presiono el gatillo del arma.

El ruido del disparo llamo la atención de los ocho guardias restantes.

-¡Intruso!-Uno de los guardias que estaba más cerca a mi saco una ametralladora Mini UZI que estaba oculta en algún bolsillo de su larga y oscura sotana de sacerdote.

Apunto directamente a mi cabeza y empezó a disparar. Una ráfaga de balas vinieron hacia mi a una velocidad increíble, pero yo era mas veloz. Así que corrí a cubrirme detrás de la columna donde hace poco estaba oculto.

Los demás guardias también desenfundaron sus armas, todos tenían Mini UZIs.

La batalla en el CLS había empezado.



Vaynard.