Lunes 17 de Noviembre

Lunes 17 de Noviembre



Me desperté muy temprano, tenia que ir al trabajo. Es algo que me gusta hacer porque te dan dinero por hacer una actividad no tan aburrida.

Desayune rápido, me bañe, me vestí y salí a mi trabajo.
Siempre salgo antes de que salga el sol. Aquí en Lima es sol sale a veces a las 8 o 9 de la mañana, hay días (que para mi son malos) en los que sale a las 6 de la mañana.

Para llegar a mi trabajo tengo que cruzar la avenida Javier Prado, es una avenida muy congestionada (sobretodo en horas pico). Cruzar por esa avenida es toda una hazaña: Hay semáforos cada 3 cuadras, un policía que “dirige el trafico” pero la verdad para hablando por celular, buses que se meten a la mala para recoger personas….eso sin contar la contaminación que genera el smoke y la bulla de las bocinas.

Estar en el trabajo es algo divertido, cada día aprendes algo nuevo y la gente que trabaja ahí son muy amables (no todos los trabajos son iguales)

Empiezo el lunes con mi vaso de agua (no tomo café porque a diferencia del común de las personas, el café me da sueño) prendo mi computadora y veo los archivos que tengo que revisar.

A la hora del almuerzo veo televisión en la cafetería.

Luego sigo revisando archivos, atendiendo unas llamadas, muchas llamadas. A veces sacando reportes.

Una vez cumplida mis horas de trabajo regreso a mi casa. Pero hoy me dio ganas de hacer algo completamente distinto: Ir a caminar por el Olivar

El Olivar es un gran parque que se encuentra en San Isidro, un distrito de Lima que a mi parecer es el mejor distrito de toda la ciudad. Ahí, en San Isidro, se encuentra de todo: Esta la zona bancaria y de negocios, muy buenos hoteles, centros comerciales y la delincuencia es casi nula. Si bien Miraflores es la zona más turística de Lima, San Isidro es la zona más segura de Lima, es por eso que me gusta.

Caminando por el Olivar comencé a recordar cosas que había hecho en mi niñez, como corretear por el pasto, jugar en los árboles, comer algodón de azúcar….son cosas que cuando más recuerdas mas nostalgia te da.

De pronto sentí un dolor terrible en el cuello, como si algo lo hubiera atravesado. Voltee para ver si alguien estaba atrás mió….no había nadie. Me sentí cansado y adolorido. Me senté en una banca cerca de una pileta de dicho parque. El dolor se había ido pero el cansancio seguía. Sentía frió, mucho frío, como si fuera invierno. Mire mis manos, estaban blancas, pálidas….y muy frías.

De pronto recordé que ese síntoma de palidez lo había tenido antes, así que tome un taxi rápidamente para llagar a mi casa lo antes posible; si es que me iba a morir, quería morir echado en mi cama y no en una banca del parque.

Al llegar a mi casa, me eché en mi cama, cerré mis ojos y trate de dormir.
No soñé nada…..solo recuerdo que antes de quedarme dormido vi una silueta de un hombre a mi lado ¿O era mujer?...no lo pude distinguir, estaba muy borroso.

Tenia sed, mucha sed, así que fui a la cocina a servirme un vaso con agua.
Estaba un poco nervioso así que de casualidad me corte un cuchillo que había en el fregadero. La sangre broto.

Lo primero que hice, casi por instinto fue poner la herida en mi boca y chupar la sangre (sabiendo que eso no se debe hacer porque la herida se infecta)

Pero cuando tome mi sangre, algo cambio. No se como describirlo….es una sensación tan placentera…como aquella vez en mi sueño. Pero este placer era real.

Cuando vi que no salía mas sangre, me puse una venda en la herida. Ya no tenia sed…estaba satisfecho de cierto modo.

Pensé que era el estrés del trabajo y que pasaría al día siguiente, así que me eché a dormir.

¿Quién habría sido aquella silueta de forma humana que había estado a mi lado? Habría sido producto del a fiebre (si es que la tuve, porque no me puse el termómetro). Debe ser mi imaginación.



Vaynard