viernes, 5 de marzo de 2010

Duelo Postergado

-¡Auspex!- No iba a dejar que Milagros acabara conmigo, al igual que ella, yo también tengo una misión y es encontrar a mi creador, al maldito que me volvió en esto.

El Auspex también sirve para adelantarse a los ataques enemigos leyendo con anticipación sus movimientos permitiendo de esta forma esquivar el ataque y realizar un contraataque preciso y mortal.

Los ataques de Milagros se volvieron esquivables gracias al Auspex. Ya podía saber los movimientos de la caza vampiros y por ende podría atacarla en cualquier momento. El problema era que no podía atacarla, no se por que, pero simplemente no podía.

-¡¿Que pasa vampiro?! ¡¿Se te acabo la energía?!-Me decía Milagros mientras me atacaba
-Esa es mi línea-Le respondí bloqueando con mi glaicus los ataques de Milagros.

Pero yo no tenia mucho tiempo, el sol estaba por salir. Si bien es cierto que el sol no me mata como a los vampiros tradicionales, si neutraliza mis habilidades vampiricas, incluyendo al Auspex.

Milagros salto para atacar desde el aire, para ser humana era muy ágil, quisiera saber como la entrenaron.

No tenía tiempo para pensar en eso, así que esquive el ataque de Milagros y procedí a contraatacar.

Mis golpes se volvían más peligrosos cada vez, me estaba emocionando al pelear con Milagros, era una emoción casi igual a la que tuve al entrenar con Beckett.

Además de la emoción, sentía una gran sed de sangre, una sed incontrolable, por un momento en la pelea con Milagros mis pensamientos se nublaron y solo tenía un objetivo fijo: Acabar con esa caza vampiros y beberme su sangre.

Mis ojos se tornaron más rojos aun, y mis movimientos eran más rápidos cada vez.

-Te matare-Le dije con una voz terrorífica, incluso se oyó terrorífica para mi.

Mi frase hizo retroceder a Milagros. –al parecer ella nunca había visto a un vampiro tan enojado y excitado por el combate como lo estaba yo.

No se por que, pero en ese momento me vino el recuerdo de Fernando, el amigo de Stephanie, a mi cabeza.

-¿No saben lo que es la bestia?
-No
-Es lo peor que le puede pasar a un vampiro. La bestia es el vampiro que esta descontrolado. Puede incluso matar a su familia o amigos y toma el control del cuerpo del vampiro. La bestia no distingue entre amigo o enemigo…el solo busca sobrevivir.
-Eso es solo, solo cuando matas gente inocente ¿Verdad?- Pregunte
-Si, solo cuando es gente inocente, no esas escorias humanas que tiran su vida al abandono…esos seres despreciables que se dicen ser humanos son menos humanos que nosotros.

La bestia estaba tomando control de mi cuerpo. Eso seria muy peligroso, tanto para los que me rodean como para mí.

Respire profundo, trate de calmarme, de poner mi mente en blanco. No dejaría que la bestia domine mi cuerpo porque, una vez que la bestia domine mis acciones, no habría vuelta atrás.

-¿Por qué te detienes?-Milagros estaba un poco confundida.
-La bestia-Le respondí-No quiero que me domine.
-¿Por qué? ¿Acaso no es mejor? ¿No se vuelven los vampiros más fuertes?
-No seria una pelea justa ¿No crees?
-¡¿Te estas burlando de mi?!
-No, solo digo que no seria una pelea justa.

Nos quedamos en silencio por un minuto.

-Ya esta, ya estoy calmado ¿Continuamos?
-¿Qué?
-Pregunto si deseas continuar.
-¿Por qué haces esto?
-No me lo preguntes, siempre he sido así.
-Bien, entonces…-Milagros se puso en posición de ataque-…continuemos.

Milagros corrió con toda la velocidad que tenia, pero algo en sus ojos había cambiado, no mostraba odio como hace unos pocos minutos, sino mostraba confusión.

En ese momento los rayos del sol alumbraron el boulevard de Barranco, el día había llegado y con el mis poderes se neutralizaron.

Las cuchillas de Milagros se detuvieron muy cerca de mi pecho.

-¿Pero que…?
-No seria justo.
-¿Qué dices?-Ahora el confundido era yo.
-Los vampiros renacidos no mueren con el sol, pero sus poderes se neutralizan en el día, quedando tan vulnerables como un humano común y corriente.-Milagros bajo sus cuchillas.-No te matare en ese estado.
-¿Te estas burlando de mi?
-No, solo digo que no te matare en ese estado. Estamos a mano
-¿A mano?
-Si hubieras peleado con la bestia controlándote de seguro estaría muerta, pero tu te detuviste, aun no entiendo por que lo hiciste, pero eso se llama tener honor.

Milagros me dio la espalda y comenzó a andar, se estaba retirando de nuestro combate.

Me quede idiotizado con sus palabras. ¿No me mataría por que soy honorable? ¿Es que fanática del bushido o algo así?

-Oye, espera
-¿Si Vaynard?
-Podemos arreglar esto otro día, o mejor dicho otra noche.
-Si, claro-Metió su mano a uno de sus bolsillos y saco una tarjeta. Luego la lanzo hacia mí.
-¿Esto es…?-Dije recogiendo la tarjeta.
-Mi tarjeta personal, aunque tu ya tienes mi numero ¿Verdad “Ricardo”?
-Eh…Si, ya lo tengo.

Milagros sonrío y se fue. Vale decir que aparte de ágil ella es muy extraña.

Leí la tarjeta en voz baja.


“Milagros Grace Santos”
Agente inmobiliario
Teléfonos: 992350923-5561240



-Así que te dedicas a lo de bienes raíces, quien lo diría.

Milagros ya no estaba en el lugar, ni Shogo ni los vampiros restantes. Me quede solo sosteniendo la tarjeta de mi cazadora.

Volví a casa de María, tenia que resolver las cosas con ella. No me gusta dejar las cosas en el aire. Además si un problema se puede solucionar hablando pues ¿Por qué no intentarlo?

Mientras pensaba en dicha pregunta vino a mi cabeza Milagros. Esa chica no era para nada diplomática, con tal de cumplir su misión, la de acabar con todos los vampiros, sobretodo con Lucita.

Lucita, la vampiresa que había acabado con los padres de Milagros, había dejado vivir a Milagros para que ella vengue la muerte de sus padres. ¿Por qué haría eso? Si es una asesina pues hubiera acabado con Milagros. De verdad no le veo el sentido de dejar vivir a alguien con ese trauma.

También pensé en Degónius, ese demente vampiro que más que Tremere parece un Malkavian.

Y por ultimo en Karl, el Assamita que quiere matarme.

-No es justo, son tres contra uno. No se por que todos quieren matarme.-Dije suspirando.

Mi nueva vida como vampiro había pasado de ser interesante a riesgosa. Ya no era solo tomar sangre de chicas simpáticas o salir de noche a ganar dinero usando habilidades vampiricas, ahora se había vuelto todo muy complicado. En realidad todo se volvió complicado con nuestro viaje a Henoc. Si hubiéramos dejado a Karl y a Vladimir en Brujah quizá nada de esto hubiera pasado. Nada de Assamitas, ni de Nosferatus ni de Tremeres ni de caza vampiros.

Quizá si no hubiera dejado tanto tiempo a María seriamos más unidos y no tendríamos más problemas de pareja. Aunque un vampiro y un humano no podrían tener una relación normal ¿O ustedes creen que si?

Llegue a la casa de María. Todas las luces estaban apagadas, ella estaba durmiendo en su habitación.

No quería interrumpirla así que dormí en la sala, cuando ella despertara le contaría todo lo que había pasado, incluyendo lo de Milagros Grace.

Pero lo que yo no sabia es que ella también tendría algo que decirme al despertar, algo que cambiaria nuestras vidas por completo.



Vaynard


2 comentarios:

Keity dijo...

aahh... me encanta¡¡¡.... espero escribas pronto... y sabs algo.. te encontre bonito... jiji... chau... kiss

SIGUE ASI¡¡

Anónimo dijo...

por que tarda tanto la otra publicacion???
quiero saber q psa con Milagros y Vaynard...