jueves, 28 de enero de 2010

Los renacidos reunidos.

-¿Pero que rayos era eso?-Shogo no salía de su asombro. En una noche había ganado dinero, evitado que le dieran la muerte final y había sido salvado por una mujer. No lo podía creer.
-Ese sujeto estaba loco Stephanie, usa vampiros como conejillos de indias para crear Blautsaugers.
-Si lo se, ese tipo, Degónius, es un Tremere antitribu.-Stephanie al parecer lo conocía.
-¿Lo conoces?-Le pregunte
-No, pero Beckett si. Es más, su cabeza tiene precio y es un trofeo Tremere para los justicars.
-Si es un trofeo de los justicars ¿Qué demonios hacen que no lo capturan?-Shogo estaba enfadado.
-Capturarlo no es cosa fácil, solo los Tremere pueden reconocer a sus iguales antitribus. Y no hay muchos justicars Tremere.-Le respondió Stephanie.
-¿Qué vamos a hacer? ¿! Que vamos a hacer?!-Shogo se estaba desesperando.
-¿Por qué te alteras?-Le pregunte
-¿Acaso no lo viste Vaynard? ¡Eran dos de esas cosas que Degónius tenia encadenados!
-Si, pero al parecer Degónius no se percato que éramos renacidos, así que no creo que nos quiera para sus estudios degenerados

Llegamos a la esquina de la avenida arequipa con Santa Cruz en Miraflores, eran las 07:00 horas y recién la gente empezaba a salir de sus casas.

-Chicos, por ahora tenemos que esperar hasta que vuelva a anochecer. Necesitamos hablar con Beckett. Si Degónius sigue haciendo esas cosas pues los humanos sabrán de nuestra existencia y será muy complicado luego conseguir sangre.
-¿Qué sugieres Stephanie? ¿Aliarnos con Beckett?
-Si, exacto.
-Espera, espera…-Shogo comenzó a mover la cabeza y sus manos en signo de negación-¿Escuche bien? ¿Tú?
-Si, se que parece algo raro viniendo de mi…
-Rarísimo-Le dije
-OK, rarísimo, pero es necesario. Y no solo vamos a necesitar la ayuda de el.
-¿De quien más entonces?-Le pregunto Shogo



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-¡Oye! ¡Detente!
-No molestes Vladimir, tengo que encontrar a ese anciano y encontrare a Vaynard ¿Correcto?
-Si, pero aun estas débil, necesitar descansar.
-No me digas que hacer, no eres mi padre.
-Tampoco soy tu hermano, pero escúchame, no seas terco.

Karl y Vladimir bajaron discutiendo por los escalones del hotel Jardín en lince. Como Vladimir seguía usando Ofuscación, los empleados del local no se percataron de su presencia.
-¡Además el también esta aquí!
-¿Quién?
-Nuestro amo
-Ex amo
-Como sea, lo matare, y matare a mi creador, y matare a Vaynard.
-¿No quieres de paso matar a Beckett y a mi?
-No es broma Vladimir. Esos tres sujetos me han jodido la vida. Sobretodo el último.
-Ya te explique que fue solo suerte de principiante, además…
-¿Qué? ¿Además que?
-Además el error fue tuyo por subestimar a Vaynard.

Karl dejo de caminar.

-¿Qué sugieres entonces?

Vladimir se cruzo de manos y bajo la cabeza como si estuviera meditando en algo

-Beckett es un vampiro tradicional, de los que se queman con el sol. Deberíamos esperar a que sea de noche e irlo a buscar. Quizá si vamos hoy nos encontremos con Vaynard y su grupo.
-OK, entonces a esperar. Puedes volver a usar…
-¿Ofuscación? No, ya es de día y, aunque el hotel tiene muchas zonas carentes de luz, solo se podría usar ofuscación en esas áreas. Además estoy cansado.

Vladimir saco un billete de S/.50 y fue hacia la puerta del hotel

-¿Qué haces?
-Alquilando un cuarto por hoy
-OK, vamos
-¿Vamos? No, me hiciste salir del hotel, dejar de usar ofuscación y todo lo demás para que luego reacciones. Si deseas matar a Vaynard pues hazlo, no te detendré. Pero el no es mi enemigo. Y no pienso compartir habitación con un hombre, ya fue suficiente tener que aguantar hasta que te recuperes.
-OK. Como quieras-Karl saco otro billete de S/.50-Pero me despiertas cuando vayas a salir ¿Vale?

Vladimir cambio su semblante de enojo y le sonrío

-OK, te despierto.


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El día paso tan rápido que la noche cayo en un abrir y cerrar los ojos.
Antes de salir revise mi correo. Había varios mensajes sin leer, entre ellos uno de Zeratul.

Selección su mensaje y lo abrí

“Estimado Vaynard:
Si vas al Tip-Top podrás recoger el paquete de sangre. Ya recogí el dinero y el caramelo de limón. Es un placer hacer negocios con un vampiro.

Atentamente


Zeratul”


El paquete, como Zeratul afirmaba en su correo, estaba en la parte trasera del Tip-Top. Escondido entre los arbustos estaba mi paquete con cuatro bolsas de sangre.

Las puse en mi mochila negra. Esa mochila la tengo desde que salí de la escuela. En realidad es un objeto que aprecio mucho.

Tome un bus que me dejara en la plaza de Barranco. Ahí me reuniría con Stephanie y Shogo.

Llegue a la plaza de armas de Barranco, como siempre digo Barranco parece un pueblo en donde el tiempo se a detenido. Mezcla un estilo antiguo y moderno a la vez lo que hace que sea un tanto atractivo para algunos turistas.

-¡Ey Vaynard!

Shogo y Stephanie venían desde el boulevard.

-Chicos ¿Cómo están?
-Bien ¿Y esa mochila?-Pregunto Shogo
-¿Ah? Es un paquete para Beckett
-Sangre, seguro.-Dijo Stephanie.
-Si, sangre.

Beckett solía parar por el puente de los suspiros, y como Stephanie se había criado buena parte de su vida con el pues era la que más lo conocía.

Stephanie y Shogo andaban a mi derecha y a mi izquierda respectivamente. No se por que no les gustaba andar juntos. ¿Será por que yo estaba ahí? ¿Se apenaran por mi presencia?

Eso me hacia sentir como el “antiviolin”…en fin, estoy seguro que en algún momento ellos podrán expresar lo que sienten sin ningún problema.

Prendí mi reproductor MP4, si ellos estarían en silencio pues yo no tenia la obligación de empezar una conversación.

Suelo tener diversa música en mi MP4, pero la música que mas tengo es la del rock de los 80’s, esas canciones nunca pasan de moda.
Llegamos al puente de los suspiros, y como Stephanie había predicho, Beckett estaba ahí, mirando al vacío, como si tratara de buscar respuestas a las preguntas que se había hecho desde que se volvió vampiro.

-Beckett
-¿Vaynard? ¿Qué haces aquí?-Beckett volvió a la realidad.
-Te traje tu sangre.-Le dije entregándole el paquete.
-¿Y ellos?-Dirigió su mirada a Stephanie y a Shogo.
-Vienen conmigo. Queremos hablar contigo
-¿Se puede saber de que?
-¿Cómo que de que? ¡De ese lunático tremere Degónius!-Le dijo Shogo.

Beckett se puso serio.

-OK. Les hablare de Degónius.

Los cuatro nos dirigimos a la plaza central de Barranco.

-Degónius-empezó a hablar Beckett-Es un vampiro Tremere. Es muy antiguo, incluso más antiguo que Arurth y yo juntos. El estaba en el Sabbat pero realizo algo que genero el repudio del Sabbat y aun más el de los Tzimisce.
-¿Cuál fue?-Pregunte
-El de usarlos como conejillos de indias para sus “adelantos científicos”.
-Ese monstruo del que salve a Shogo-dijo Stephanie ganándose una mirada un tanto irritada de Shogo- ¿Era un experimento de Dégonius?
-Así es mi princesa-Le respondió Beckett.
-No me llames así.
-No me prohíbas eso. Tu eres como la hija que nunca…
-Ya detente.

En ese momento un cuchillo a alta velocidad rozo el lado derecho de mi cuello y quedo clavado en un árbol.

-Con que aquí estas Vaynard. Te andaba buscando.

Karl y Vladimir estaban a siete metros de nosotros, y venían caminando hacia donde yo estaba.

-¿Qué rayos fue eso?-Dijo Shogo
-Karl.-Mire hacia los dos Assamitas.

Los dos Assamitas llegaron hacia nosotros. Ahí estábamos de nuevo los cinco: Shogo, Stephanie, Karl, Vladimir y yo.

-¿Qué pasa aquí?-Pregunto Stephanie
-La verdad yo vine a hablar con Beckett-Le respondió Vladimir con la tranquilidad que lo caracteriza –Pero Karl quiere matar a Vaynard por lo que paso en Henoc.

Karl y yo estábamos mirándonos. Estábamos atentos a cualquier acción del otro. Un movimiento cualquiera y desenvainaríamos nuestras glaicus sin dudarlo.
-A ver, a ver…-Interrumpió Beckett- Si no se dan cuenta estamos ocupados hablando de lo que paso ayer en la madrugada. Karl si deseas luego puedes arreglar cuentas con Vaynard.
-No estorbes anciano, que tú nos debes unas respuestas.

Eso me hizo reaccionar. Beckett también me debe responder varias preguntas. Y la condición era que debía encontrar cuatro vampiros iguales a mi, o sea, renacidos.

-¡Beckett! ¡Ellos son renacidos! Con ellos ya son cuatro ¿No?

Beckett me miro un poco sorprendido.

-Ahora si me dirás quien es mi creador
-Verdad…-Shogo también se acordó de lo que Beckett le había dicho- Anciano tramposo, ya estamos los renacidos reunidos, ahora cumple tu palabra.
-¿Ustedes también?-Vladimir se acerco a Shogo.
-¿A ti también te prometió algo?-Le pregunte a Vladimir.
-Si, me diría quien era mi creador.

Beckett estaba acorralado. Estábamos cinco vampiros renacidos acorralando a un antiguo vampiro tradicional.

-¡Bien! ¡Ya entendí! No me acorralen-Beckett hablaría.

Por fin, por fin sabría quien era mi creador. Beckett lo diría y solo tendría que encontrarlo y matarlo. Se acabaría todo esto si lo mataba ¿Quién sabe? Pero no tenía nada que perder, ni familia, ni amigos, ni novia, nada…


-Les diré quien es su creador. Todo empezó cuando…

Un rugido interrumpió la explicación que daría Beckett

-¡Maldita sea! ¿Y ahora que?- Dije.

No era justo, ya iba a hablar y algo tenía que pasar

Llegamos a donde se había escuchado el rugido.

Ahí estaba Degónius y su mascota Sully.

-Vaya, vaya…Beckett y sus jóvenes amigos-Dijo Degónius al vernos – Un Ventrue, una Toreador, un Gangrel y dos…Assamitas.
-¿Qué rayos es eso?-Dijo Karl al ver a Sully, el Blautsauger.
-Assamitas, los asesinos por excelencia. ¿Qué saldría de la combinación de un Assamita con un Tzimisce? Quisiera probarlo

Todos sacamos nuestras glaicus.

-Chicos tendremos que conversar luego de su creador- Nos dijo Beckett
-Matemos a ese enfermo tremere y luego continuemos con la charla- Le dije a Beckett –Por que después de Degónius, seguirá mi creador.


Vaynard






Hola a todos los lectores.

Escribo este pie de página para informarles dos cosas:

1) El siguiente capitulo tardara un poco en salir publicado. Pero les adelanto el título, que será “La hermosa caza vampiros”


2) El día 4 y 24 de febrero a las 7:00 pm. o a las 19:00 hrs. (como lo quieran ver) Poetas y Violetas presentara “No hay dinero en el universo” en la Casa Museo José Carlos Mariategui, en Jr. Washington 1946 Cercado de Lima (a ½ cuadra de la Av. 28 de julio) en Lima- Perú. Irán varias personas para expresar sus ideas y explicar sus poemas, cuentos, relatos, músicas, etc. Y, como me invitaron pues no me negué. Así que iré a explicar algunas cosas de mi blog, como los personajes, las zonas de lima y adelantare un poco algunas entradas para algunos admiradores de este blog. Así que ya saben, todos están invitados, ya que la entrada es libre.

Les dejo la página para que vean los participantes u otra cosa adicional:

http://poetas-y-violetas.blogspot.com/

Gracias y cuidado por las noches ^^



sábado, 16 de enero de 2010

Blautsauger

-¿Eso se llama Sully? Pues la debe querer mucho

El monstruo emitió un rugido como respuesta al comentario de Shogo. No tenia forma, pero andaba en cuatro patas. Sus ojos rojos mostraban una fiereza extrema y unas ganas de asesinar incontrolables. Su boca estaba repleta de colmillos y su olor era al de carne podrida. Tenía un color entre negro y marrón oscuro y su cuerpo viscoso hacia parecer que estuviera hecho de brea y lodo.

- ¿Blautsauger?- Pregunte. No salía de mi asombro.
-Así es, pero no es un simple Blautsauger, es uno mejorado. No saben todo el esfuerzo que me costo crearla, horas de pruebas y hechizos ocultos...-Degónius parecía muy orgulloso de su deformada creación.
-Beckett ¿Qué demonios es un Blautsauger?-Le pregunto Shogo a Beckett.

-Un Blautsauger-Beckett nos empezó a explicar sin perder de vista a la bestia-Suelen ser llamados así en Europa Oriental a los vampiros que desarrollan mucho la disciplina de Vicisitud. Suelen ser Tzimisce que se acercan mucho a la Bestia.
-¿Vicisitud?-Pregunte
-Es la disciplina que permite a un vampiro alterar su carne, huesos y órganos internos a su antojo. Es una habilidad única en los Tzimisce. Incluso Arurth la sabe usar.
-¿Es por eso que esa cosa no tiene forma?-Le pregunto Shogo.
-Lo mas probable es que Sully o como se llame esa cosa haya perdido noción de su ser. Seguramente era un Tzimisce que estaba desesperado y se presto para ser conejillo de indias de ese lunático.

Degónius se empezó a reír

-De nuevo te equivocas Beckett. Lo que vez aquí no es un Tzimisce, si no un Nosferatu. Asombroso ¿Verdad?

Beckett, Shogo y yo nos quedamos más sorprendidos aun.

-Eres un monstruo Degónius-Dijo Beckett furioso.
-Si lo se, pero eso no es todo-Degónius seguía sonriendo- Nuestro amigo Nosferatu tiene una mezcla de dos tipos de sangres: La Gangrel y la Tzimisce.
Es por eso que tu amiguito pensó que era un lobo y el otro chico gangrel vio su cuerpo viscoso. Tus amigos tienen muy buena vista, quizá pueda usar su vista para alguna prueba.

-Ni te atrevas degenerado-Le dije sacando la glaicus que Beckett me había dado en Henoc.
-¡OH! Me piensas atacar con tu glaicus. Por tu mirada y tu forma de actuar debes ser un...Ventrue ¿No?
-¿Y que si lo soy?
-Nada...los Ventrue no son de mi interés.

Presioné el botón que expulsaba la hoja de acero de la glaicus. Brillaba como la luna llena, como si pidiera ser manchada con sangre, y la sangre de ese Tremere lunático era la adecuada para saciar la sed de mi glaicus.

-Chico, me quedaría jugando contigo a las espaditas, pero...-Degónius miro el cielo-...ya esta apunto de amanecer, será mejor que dejemos esto para otra oportunidad.
-No te dejare escapar-Le dije apuntándolo con la hoja de la glaicus.
-OK, haya ustedes, quémense con el sol-Nos dijo Degónius-Pero antes les dejare algo para que se entretengan hasta que el sol los vuelva antorchas humanas.
-¿Nos dejaras a Sully?-Pregunto Shogo.
-No ¿Estas loco? Es mi nueva mascota, no dejare que se vuelva cenizas como ustedes-Degónius sostenía otra cadena-Este Blautsauger ya fue usado y no lo he alimentado. Jueguen con el.

Degónius soltó la cadena que sostenía al monstruo. Como Sully, este monstruo tenia el cuerpo viscoso, pero no andaba en cuatro patas si no en dos. Era gigante, como dos metros y medio de estatura con garras en sus manos de 6 dedos, sus huesos sobresalían de la carne y terminaban en puntas, su cabeza era deforme con unos ojos rojos y dientes chuecos y malformados a excepción de los colmillos, orejas puntiagudas y una nariz ancha…era casi tan feo como un Nosferatu, pero no era uno.

-OK, eso si es nuevo para mi-Dije
-¿Pero que rayos es esa cosa?-Shogo estaba horrorizado.
-No lo se, pero no pienso quedarme a averiguarlo-Le respondió Beckett

El sol estaba a punto de salir del horizonte, el cielo empezaba a aclararse.

-Beckett vete de aquí, nosotros nos encargaremos de esto-Le dije
-Bien, no se mueran-Dijo Beckett saliendo del lugar lo más rápido posible antes que los primeros rayos del sol acabaran con su vida de vampiro.

Degónius también había desaparecido y con el Sully, su mascota.

Solo estábamos Shogo, yo y el monstruo ese que le dicen Blautsauger.
Shogo saco su glaicus, no tenia alternativa tendría que defenderse.

-¿Qué haremos con el cuerpo de esa humana?
-No lo se, preocúpate primero por el Blautsauger Shogo.

El Blautsauger se abalanzó contra nosotros. Su velocidad era asombrosa, apenas y lo esquivamos.

-Que rápido es ese condenado monstruo. Tendré que atacarlo de frente.-Shogo se fue contra el Blautsauger que, sin un aparente esfuerzo lanzo de un solo golpe lejos a Shogo.
Shogo cayó al suelo bruscamente. El golpe había sido más potente de lo que el esperaba.

-¡Mierda! Tanto usar Dominación me a dejado exhausto.-Se quejaba Shogo mientras se reponía del golpe.
-¡Shogo ten cuidado!-Le grite

Shogo voltio. El monstruo estaba frente a el muy cerca. Levanto sus dos brazos deformes y viscosos para dar el golpe de gracia a Shogo.

-¡Shogo huye!

Shogo se quedo inmóvil mientras veía como esos gigantes brazos iban hacia el.

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Karl abrió los ojos.

Estaba echado en una cama de una habitación de algún hotel linceño. Al parecer sus heridas habían sido sanadas y ya había descansado suficiente.

-¿Vladimir?
-Si- Vladimir estaba a su lado, como era costumbre
-¿Donde estoy?
-En un hotel, creo que se llama Jardín.
-¿En el mundo humano?
-Si
-Ya veo.

Karl le dio una rápida mirada a la habitación, estaba oscura, tenía dos mesas de noche un pequeño armario, un baño y un televisor. Era una habitación muy simple.

-¿Cuánto te a costado la habitación?
-Nada.
-¿Nada?
-Así es, nada. Si uso Ofuscación pues no habrá problema.
-Verdad, Ofuscación, se me había olvidado.

Se volvieron a quedar en silencio.

-Tengo sed
-Si lo se, siempre te despiertas con sed, ten, toma esto-Vladimir le alcanzo a Karl una bolsa de sangre.
-¿Lo robaste?
-¿Y que se suponía que debía hacer? ¿Comprarla?

Karl se sentó en la cama, abrió la bolsa y empezó a tomar el contenido.

-Ese chico Ventrue…
-¿Vaynard?
-Si, fue más astuto que yo
-Si, todos lo vimos
-¿Cómo es posible? ¿Vencerme a mí? ¡Yo soy un Assamita! ¡No puedo perder!
-Pues…perdiste

Karl le mando una mirada fulminante a Vladimir, pero no logro ningún efecto sobre el. Vladimir seguía tan tranquilo como de costumbre.

-Mira Karl, es verdad que el chico fue mas listo que tu, pero en realidad no deberías quejarte. Que yo sepa es el primer vampiro que a peleado contigo y a salido ileso de tu ataque de puño de hielo ¿Eso no es algo increíble?
-¿Increíble? Vladimir, ese chico casi acaba conmigo, incrusto su glaicus cargado con el protean elemental de aire directo en mi corazón, si este no estallo es por suerte.
-¿Y que deseas hacer? ¿Matarlo?
-No descarto esa posibilidad
-¿Sabias que Beckett esta en este mundo?
-¿Qué? ¿Beckett?
-Si, y posiblemente este con esos chicos renacidos, ya sabes, Shogo, Vaynard y Stephanie.
-¿Y? Yo no tengo nada que hablar con ese sujeto.
-Creo que te equivocas, tenemos una misión que cumplir.
-Si, teníamos, y era matar a Vaynard y a sus amigos.
-Esa ya no es la misión, nuestro amo nos traiciono, ahora somos libres de decidir que misión tomar.
-¿Y que has decidido?
-Hacer la misión que Beckett nos dio una vez, juntar a los renacidos faltantes. Si ya los encontramos pues deberíamos juntarnos, así por fin sabremos quien fue nuestro creador.

Karl se puso a pensar en todo lo que había pasado. Un vampiro nuevo lo había vencido y se había enterado que su amo lo había traicionado, muy aparte de eso estaba Beckett con su misión de juntar a vampiros como el y una vez hecho esto les diría quien era su creador.


-OK ¿Dónde encuentro a Beckett?
-Mm.....En La Hermita. Pero ya esta amaneciendo, será mejor que esperemos hasta la noche.
-OK, esperare.

Hubo un silencio profundo en toda la habitación.

-Si usaste ofuscación debiste haber cogido la mejor habitación-Le gruño Karl a Vladimir
-Para la próxima vez será-Le respondió Vladimir con una sonrisa.

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Algo detuvo el golpe fulminante que el Blautsauger dirigía contra Shogo.
Tanto Shogo, yo y el monstruo nos quedamos asombrados por la persona que había detenido el golpe. En realidad el más sorprendido era Shogo.

-¿Pero que haces aquí?-Le dijo Shogo
-Hoy me tenías que acompañar de compras, me lo prometiste-Su rubia cabellera comenzó a brillar con los primeros rayos de sol. Era Stephanie que con su glaicus había detenido el golpe de ese grotesco animal.- ¿O es que acaso no cumples tus promesas?

El monstruo emitió un rugido horrendo que hizo que más de uno de los vecinos del lugar se despertara.

Corrí hacia donde estaba Shogo y Stephanie. Ya éramos tres contra uno.

-Bien ¿Y ahora?-Le pregunte a Stephanie
-Pues…-Stephanie miro su reloj-…ya ganamos.

El sol salio por el horizonte, los rayos del sol bañaron toda el área donde estábamos.

El Blautsauger comenzó a descomponerse de a pocos, sus brazos y piernas deformes comenzaron a volverse cenizas, al igual que sus huesos y cabeza, se estaba calcinando.

Al final solo quedaron huesos. Solo huesos y el cadáver de una mujer desangrada y con la garganta destrozada. Una horrenda escena perfecta para los periódicos y noticias.

-Vámonos-Dijo Shogo
-¿Y la mujer, y los huesos?-Dije
-No podemos hacer nada, vámonos.

Salimos los tres del lugar.

Nos metimos por una calle mientras escuchábamos como las sirenas de la policía anunciaban que algo malo había pasado en la noche.

-Gracias…por…salvarme-Shogo no estaba tan cómodo agradeciendo a una mujer por salvarlos
-No me lo agradezcas, además ¿Quién me va a ayudar con las bolsas de las compras?-Le respondió Stephanie
-Ósea ¿Solo me salvaste por eso?

Stephanie se adelanto a nosotros. Voltio y le guiño un ojo a Shogo

-¿Quién sabe?




Vaynard


miércoles, 13 de enero de 2010

Degónius, el Tremere de los experimentos.

-¡Full house!-Shogo grito emocionado.

Ya tenía el dinero suficiente para pagar a sus amigos vampiros e irse de fiesta. Igual Beckett y yo. Prácticamente habíamos dejado a los tres humanos en banca rota. ¿Por qué no apuestan sus casas y sus autos? No me caería mal un nuevo departamento o un nuevo auto. Ese pequeño deseo de poder que sentí es algo normal entre los Ventrues.

-¿Son jugadores profesionales?-Nos dijo el humano que nos había estado repartiendo las cartas.
-No, solo tres tipos con mucha suerte-Le respondió Beckett.
-Y... ¿Tienen nombres? ¿O solo son tres chicos con suerte?-La humana pregunto mirándome.
-No, solo somos chicos con suerte.-Respondió Beckett
-Vaya, que misterioso. Lastima que no pueda salir con chicos de los que no si ni siquiera su nombre
-¿Y con cual de los tres quisieras salir?- Le pregunto Shogo.
-¿Hace falta responder?- La chica acerco su mano hacia la mía.

Todos se rieron, incluso yo.

-Lo siento, pero el ya no esta disponible-Le dijo Shogo a la chica.
-Ah...Conque tienes novia ¿No?-La chica me pregunto con un acento muy pícaro.
-Eh...Si, pero estamos pasando por ciertos...problemas.-Le respondí. Al fin y al cabo Maria y yo estábamos realmente pasando por problemas. Así que no mentí.
-Vaya, que lastima. Por cierto, soy Milagros, Milagros Grace. Un placer.
-Un gusto Milagros Grace-Le dije
-Es de mala educación no responder a la presentación dando tu nombre.

Mire a Beckett, no sabia si darle mi verdadero nombre o crear un nombre falso. De todas formas la chica era muy simpática, no podía rechazar su oferta que abiertamente había dado a conocer. Pero soy un vampiro, de nada me valdría tener de acompañante a una humana, quizá podría convertirla.

Pero si la convierto Maria me odiaría, por que ese es su deseo, ser una vampireza; y ese es un deseo que yo se lo he negado no una, sino varias veces. Darle el “don” de la vida eterna a una chica que recién conozco y no dársela a mi novia (si se puede usar ese término) no solo seria algo imprudente sino también seria una maldad el no darle ese “don” a mi novia que tanto lo anhela.

-Soy Ricardo.-Le dije, fue lo primero que se me ocurrió
-Un placer Ricardo.-Me contesto Milagros.

Nos quedamos mirándonos unos segundos, hasta que Shogo interrumpió.

-Bueno, ya que se han presentado ¿Por qué no intercambian números de celulares? Nos tenemos que ir.

Cada uno había sacado un aproximado de S/. 150 y Shogo estaba ansioso por pagar su deuda y gastar lo restante en mujeres para saciar su sed de sangre y lujuria, al fin y al cabo el esta acostumbrado a ese estilo de vida.
Yo en cambio tendría que comprar mis reservas de sangre en el banco de sangre. Tuve que hacerme amigo de un medico inescrupuloso para conseguir bolsas de sangre a un precio moderado, algo vergonzoso pero necesario al fin y al cabo.

-Bien, toma mi numero-Milagros me entrego una tarjeta.
-Gracias, yo te llamo-Le dije.

Salimos del Taita victoriosos, unos espectadores que estaban rodeando nuestra mesa nos felicitaron por el gran juego que habían presenciado, claro, ellos no se percataron que habíamos hecho trampa usando Auspex, Temporis y Dominación.

-¡Genial! ¡S/.150!- Shogo estaba más que feliz.
-¿Tu que harás Beckett?-Le pregunte
-Creo que un poco de sangre no me caerá mal, llama a tu proveedor y pídele 2 bolsas más.-Me respondió
-¿Crees que conseguir sangre es tan fácil como pedir hamburguesas?-Le pregunte

Beckett me miro, como si mi pregunta fuera tonta.

-OK, dos bolsas más-Dije levantando mis manos, como si me rindiera

Abrí mi celular y busque en contactos frecuentes.

-Z, Z, Z...Aquí esta.-Dije

Marque el número.

-“Alo”
-Zeratul, soy Vaynard
-¿Vaynard? ¿Qué deseas? Es tarde...
-¿Quieres S/.100 en efectivo en este momento?-Le pregunte
-Joder contigo...sabes que no puedo decir no.

Zeratul es el doctor inescrupuloso. Obviamente Zeratul es su pseudónimo. No se cual sea su verdadero nombre y tampoco me importa saberlo mientras me consiga lo que necesito.

-Bien, eso es bueno. Requiero 4 bolsas de sangre, urgente.
-¿4 bolsas? Vaya Vaynard eso te costara más...
-O 100 o nada y busco otro proveedor. Al fin y al cabo no eres el único en el negocio.
-Que te parece 110, por lo menos 10 para el taxi.
-Déjame ver...-Aparte el celular de mi oreja y me dirigí a Beckett y a Shogo.
-Quiere 110, dice que 10 para el taxi.
-Parece prostituta “100 la hora y 10 el taxi”-Dijo Shogo riéndose.
-Vale, dile que esta bien.-Me dijo Beckett
-OK

Volví al celular.

-OK, 110 y un caramelo de limón.
-Listo ¿Lo dejo en...?
-En el mismo lugar de siempre, encontraras tu dinero en tu buzón.
-Listo, salgo en seguida. No te olvides del caramelo de limón o si no...

Colgué la llamada, Zeratul suele hacer bromas estúpidas y no estaba con ganas de escuchar alguna.
Como se podrán haber dado cuenta, Zeratul es uno de los pocos humanos que sabe de nuestra existencia y ya esta acostumbrado a tratar con vampiros. Es un buen proveedor de sangre y un informante muy importante. Además no es tan idiota como para traicionar a sus mejores clientes, seria lo ultimo que haría y, conociéndolo, el quiere seguir viviendo y ganar lo suficiente como para retirarse.

-Bien, ya tenemos sangre.-Dije
-Bueno muchachos, fue un placer pero yo me retiro, tengo que disfrutar mi ganancia.-Shogo derramaba felicidad en cada una de las palabras que decía.

Zeratul dejaría la sangre en uno de los pequeños arbustos que rodea el Tip-Top que queda en Arenales. Hay una zona del Tip-Top que es oscura y no suele pasar mucha gente por ahí.

-Bueno, ya va a amanecer dentro de 1 hora, será mejor que me vaya-Nos dijo Beckett.
-OK Anciano, vaya a dormir...-Dijo Shogo
-Oye, no seas mal agradecido-Le reprendi a Shogo - Gracias por el dinero fácil Beckett.-Le dije

En ese momento se oyó un grito de mujer desesperada por ayuda. El grito venia aproximadamente del Instituto Británico que queda por el malecón.

Los tres corrimos hacia el lugar donde había procedido el grito. Cuando llegamos nos dimos con la sorpresa de que la mujer que había gritado no volvería a gritar más, estaba muerta. Pero no muerta de una forma normal, había sido asesinada de la manera más salvaje posible. Todo alrededor del cuerpo sin vida era un charco de sangre que brotaba de su cuello destrozado.

-¡¿Pero que...?!-Shogo se asombro de ver el cuerpo.
-Le destrozaron el cuello, eso es algo muy salvaje.-Dijo Beckett
-¿Habrá sido un vampiro?-Le pregunte
-No, nosotros somos muy cuidadosos al matar a alguien, además mira el desperdicio de sangre, un vampiro nunca hubiera hecho eso, a menos que...
-A menos que ¿Que?-Le pregunto Shogo
-A menos que el atacante haya sido un neonato consumido por la Bestia.

Hubo un silencio aterrador.

-“Te equivocas Beckett”-Una voz provino de las sombras. Era la figura de un hombre
-¿Quién eres?-Beckett se enserio
-¿Acaso ya no recuerdas mi voz?-La figura se dejo ver.
-Tú eres...Degónius.-Beckett mostró un poco de asombro.

Degónius usaba una larga túnica negra y usaba su cabello largo que era de color gris. Sus ojos eran negros y no mostraban fiereza ni locura, así que descarte que el haya sido el asesino.

-¿Qué hace un Tremere anti tribu por aquí en Latinoamérica?-Le pregunto Beckett
-¿Yo? Nada. Solo paseo por Lima, es una ciudad más o menos agradable. No tiene nada que envidiarle a las ciudades de Europa Oriental ya que...
-Te pregunte que haces aquí Degónius, no me vengas con rodeos.-La voz de Beckett se hacia cada vez mas potente.
-Se ve que no se te puede engañar. Está bien, vine a pasear a mi nueva mascota.-Dijo Degónius mirando hacia su mano izquierda.

Nuestros ojos se posaron en su mano que sostenía una cadena.

-¿Mascota? ¿Pero que haz creado esta vez?-Beckett estaba molesto
-¿Creado?-Le pregunte
-Si...-Beckett me miro -Ese sujeto es Degónius, es un Tremere anti tribu, es un vampiro muy antiguo, incluso más antiguo que yo. Su pasatiempo es realizar experimentos y cosas mágicas prohibidas, es por eso que es un anti tribu.
-¿Cosas mágicas prohibidas?-Pregunte

Degónius estaba sonriendo. Tenía la mirada clavada en Shogo.

-Tú eres un Gangrel ¿Verdad?-Degónius se dirigió a Shogo
-¿Por que? ¿Piensas usarme de conejillo de indias?-Le respondió Shogo

Degónius estallo en carcajadas.

-No...Pero quizá mi mascota quiera jugar contigo.

La cadena que sostenía en su mano empezó a moverse de forma descontrolada. Unos ojos rojos sobresalieron de la oscuridad. Un monstruo parecido a un lobo gigante salio de la oscuridad. Pero no era un lobo, en realidad no tenia forma de nada ni se parecía a nada, solo andaba en cuatro patas pero el resto de su cuerpo era viscoso.

-¿Qué rayos es eso?-Pregunte
-No lo se, pero no me gusta para nada-Me dijo Shogo.

Les presento a Sully, mi Blautsauger mejorado.


Vaynard.


jueves, 7 de enero de 2010

El juego de Poker

-¿Y bien amigos? ¿Qué apostamos?-La mujer no apartaba la vista de mi. Tenia una mirada profunda, cualquier humano abría desviado su mirada para no chocar con la de ella, suerte que yo no soy humano.
-No lo se... ¿Que deseas apostar?-Le pregunte mirándola fijamente
-¿Dinero?-Me pregunto
-No me caería mal unos cuantos billetes.-Le dije sonriendo.
-Bien, bien, ¿Con cuanto entramos?-Pregunto Shogo
-Con 2 soles.-Dijo la mujer
-Con 3-Dije
-¿Tres?-La mujer y Shogo me miraron.
-¿Acaso la niña tiene miedo?-Le pregunte en tono sarcástico a la mujer.

La mujer se rió, tenia una risa tranquila y provocadora.

-Como quieras chico, vamos por tres.

El juego era en equipos. Shogo, Beckett y yo contra el equipo de los humanos. Seria fácil.
El humano que barajo las cartas nos repartió a cada uno cinco cartas, ese estilo de juego es muy común en reuniones, aunque admito que prefiero el estilo de los casinos en donde solo te dan dos cartas y el dealer comienza a botar cartas en la mesa.

-OK. Empecemos a jugar entonces-Dijo Beckett
-Si, empecemos.

Beckett se comunico mentalmente con nosotros.

-“Escuchen los dos”
-“¿Beckett?”
-“Si, ahora escuchen. Olviden las reglas, usen sus habilidades vampiricas para ganar.”
-“¿Eso no es trampa?”-
Le pregunte
-“O haces trampa o te quedas sin mejor amigo”-Me respondió Beckett

Le di una rápida mirada a Shogo, luego volví a mis cartas

-“¡Ah! Otra cosa”-Nos dijo Beckett
-“¿Qué?”-Respondimos los dos
-“Bien con la humana Vaynard, si tienes buenos gustos, todo un Ventrue”

Shogo dejo escapar una risa burlona que hizo dirigir la vista de los humanos hacia el

-¿Qué?-Dijo Shogo mirando a los humanos.


Y empezó el juego. Nos dieron las cartas y nos concentramos en ganar el dinero del otro equipo.

-OK-pensé-Tengo una K, una Q una J y dos 4. ¿Qué haré?

-“Vaynard ¿Que tienes?”-Me dijo Beckett
-“Una familia y dos 4”-Le respondí –“¿Tu?”
-“Un 10, un as, un 2 y dos 3”
-“¿Y Shogo?”
-“Tres 5, un 2 y un 7”
-“OK. O sea yo tengo mas posibilidad de ganar, haciendo una escalera”

-“Si”

Los humanos también se concentraron en sus cartas. Como regla básica, no podemos intercambiarnos las cartas entre jugadores, podemos descartar máximo cuatro cartas de las cinco que tenemos en mano y el repartidor nos da las nuevas cartas. Ahora ¿Cómo rayos saber las cartas que me dará el repartidor?

¡Claro! ¡Auspex! La única forma de ver las cartas rivales y mis futuras cartas es usando el Auspex.

Mire fijamente el mazo de cartas que estaba sobre la mesa. Esas cartas serian repartida a los jugadores que descarten cartas.

-“Ni se te ocurra usar Auspex sin cubrirte los ojos Vaynard”-Beckett volvió a hablarme telepáticamente
-“Es la única forma de ver que cartas nos van a tocar”
-“Si usas Auspex tus ojos se tornaran rojos y los humanos no tardaran en darse cuenta que no eres como ellos”
-“OK. ¿Qué planeas entonces?”-
Le pregunte
-“Hace 50 años aprendí un truco de los Brujah antiguos, nos servirá esta noche, pero solo puedo usarlo por poco tiempo y unas cuantas veces. Así que si vas a usar Auspex cúbrete los ojos con tus cartas, ¿OK?”
-“¿Y yo que haré?”-
Pregunto Shogo
-“Puedes preguntarle a los humanos que trago desean y usa Dominación en el mozo para que nos traiga tres vasos de sangre pero que los vasos sean de color oscuro así la sangre no se vera”
-“OK”


-Bien chicos, esto se juega con licor ¿No?-Pregunto Shogo a los humanos y luego hizo una llamada con su mano al mozo

El mozo se acerco

-¿Si señores?
-Tráenos... ¿Qué desean?-Pregunto Shogo a los humanos
-Dos vasos de cerveza y una copa de vino tinto-Dijo el otro humano, el que no había hecho ni dicho nada.
-Asumo que la persona que tomara vino eres tu-Le dije a la humana
-¿Por qué lo dices?-Me pregunto
-No creo que alguien tan fina como tu consuma algo tan vulgar como la cerveza-Le respondí.

La chica se sonrojo un poco, se podía ver en sus mejillas.
-¿Y ustedes?
-Si, tráenos...-Shogo uso Dominación, el ya lo había hecho antes con chicas de bares y un mozo no seria problema
“Tráenos tres vasos de sangre y que los vasos sean oscuros, que no se pueda ver el contenido”
-....tres vasos del especial.-Le dijo Shogo sonriendo.
-A la orden señor- El mozo se retiro de nuestra mesa.

Bueno, ya teníamos asegurado los tragos. Ahora teníamos que ganar dinero. Si bien es cierto con el Auspex solo puedo ver las cartas de los contrincantes y las cartas futuras, e incluso puedo saber lo que están pensando, pero no puedo alterar el orden de las cartas. A menos que use el Auspex visionario, el que utilicé contra Karl. Quizá con eso pueda generar una visión distorsionada de las cartas buenas que tengan los humanos y hacer que descarten dichas cartas. Pero el Auspex visionario requiere una gran energía y aun no la domino del todo bien. Como dijo Beckett, cualquier descuido haría que los humanos se dieran cuenta de que somos vampiros y seria el fin del juego.

Pero Beckett tenía un truco. Un truco antiguo y por lo que nos había dicho es muy poderoso, tanto que no puede usarlo muchas veces.

-¿Un truco de los Brujah?-Pensé

Los Brujah no tienen tantas disciplinas a menos que Beckett se este refiriendo a...

-OK, empecemos el juego.-Dijo Beckett

Los humanos ordenaron sus cartas al igual que nosotros. ¿Qué planeaba Beckett? ¿Cómo va a hacer para poder intercambiar cartas sin que los humanos se dieran cuenta?
Sea lo que sea no lo diría en voz alta, solo lo murmuraría, diría en voz baja el nombre de esa disciplina.

-Dame dos-Dijo Shogo
-Dame tres-Dijo la humana

Agudicé mi oído al máximo, quería escuchar lo que susurraría Beckett.
De pronto las tres cartas que boto la humana se quedaron flotando en el aire, todo a mi alrededor estaba congelado en el tiempo, no se movía, no se oía la música ni las voces de las personas del bar, estaban inmóviles.

“Disciplina Temporis, Bolsillo de Tiempo”

Shogo y yo miramos sorprendido a Beckett. No lo podíamos creer, ¿En verdad dijo Temporis?

-¿Pero que rayos haz hecho? ¿Temporis?-Dijo Shogo
-Si, ahora escuchen bien por que no puedo usar esto durante mucho tiempo-Beckett estaba un poco agitado-Vaynard toma las cartas que te sirvan de mi mano. Shogo toma el mazo de cartas y cambia el orden ¡Rápido!

No salíamos del asombro, pero teníamos que actuar rápido, la disciplina de Beckett no duraría mucho.

Tomé el as y el 10 de Beckett, mientras Shogo arreglaba el orden de las cartas.

-¡¿Ya acabaron?!-Beckett estaba llegando a su límite
-Si, ya esta.
-OK, ahora apuesten todo.

Diciendo esto Beckett dejo de usar la disciplina mítica de los Brujah, y todo a nuestro alrededor volvió a moverse.

Las cartas que la mujer arrojo llegaron a caer en la mesa, la gente a nuestro alrededor estaba como si nada hubiera pasado.

-Dame 2- Dijo el humano que pidió las cervezas y el vino.
-¿Tu niño?-La humana se dirigió a mi.
-No, no quiero.-Le respondí
-OK, yo boto una-Dijo el humano que barajo el mazo.
-Yo boto dos-Dijo Beckett.

El humano repartidor dio las cartas que cada uno de los jugadores que había descartado cartas. Luego empezaron las apuestas.

-Yo apuesto S/. 3-Dijo el humano repartidor.
-Yo apuesto S/. 8-Dije
-OK. Igualo tus S/. 8- Me dijo
-Yo pongo tus S/. 8 y agrego S/. 2 más-Me dijo la chica.
-Yo no voy-Dijo Shogo
-Igual yo- Dijo Beckett
-No voy- Dijo el humano que pidió las cervezas.

Yo iguale la apuesta de la humana y el otro humano también lo hizo.
Había ya S/30 en la apuesta mas la entrada de cada uno de los jugadores, en total el bote era de S/. 48. Nada despreciable.

-¿Y bien? ¿Qué tienen?-Dijo el humano que había apostado.

Mostramos al mismo tiempo las cartas

La mujer tenia cuatro 8 y una Q, el hombre tenia tres 5 un 2 y un as. Yo tenía escalera real.

-No me jodas...-El humano no lo podía creer.
-Suerte de principiante-Dije recogiendo el dinero.
-No lo creo- Dijo la humana mirándome con duda, como si sospechara de lo que había hecho para que me saliera la escalera real.

Si el juego seria así durante toda la noche pues no habría problemas en pagar la deuda de Shogo y ganar algo de dinero. Pero no contábamos con el hecho de que no éramos los únicos vampiros en ese lugar. Y la disciplina usada por Beckett trajo la atención de esos vampiros esa noche. No seria una noche tranquila después de todo.

Vaynard


Buscando retadores en el Taita

-“Así que Beckett nos quiere ver”
-Así es, por cierto ¿En donde andas?
-Estoy paseando, recuerda que nosotros resistimos a la luz del sol, no como nuestro amigo Beckett.
-OK, entonces te veo a la 19:00.
-OK.

Colgué el celular. Si, nosotros tenemos celular, aunque mucho no nos crean. Los vampiros no somos tan anticuados, usamos celulares para comunicarnos con nuestros contactos que en su mayoría suelen ser humanos, como ustedes mis queridos lectores.

En realidad a mi no me gusta salir de día, y cuando fui humano nunca me gusto, excepto en invierno. Lo que pasa es que aquí en Lima el clima varía mucho. Uno nunca sabe si habrá un cielo despejado o comenzará a lloviznar. Pero en realidad en invierno es ideal el clima para los vampiros normales. Así que si hay algún vampiro leyendo esto les invito a que vengan a Lima en invierno, pero por favor no se alimenten en exceso, recuerden que solo son invitados.

En fin, a Shogo no le simpatiza Beckett. Según me contó Shogo, Beckett le dijo exactamente lo mismo que me dijo a mí, lo de la misión, mi creador y todo eso. Además también se que Shogo fue convertido en un vampiro semanas antes que yo me convirtiera, pero ambos pasamos por el mismo proceso misterioso. Claro que al parecer Shogo tomo muy bien la noticia de su “nueva vida” y como ya saben se dedico a usar sus habilidades en apuestas y chicas de las cuales se alimenta.

Un vampiro no necesita matar para alimentarse, solo basta ingerir una dosis normal de sangre para satisfacernos. Aunque no siempre suele ser así.

Versatis, el Nosferatu que me enseño el Auspex, me contó que mi conversión no es muy común, se podría decir que fue única. Normalmente la conversión de humano a vampiro se hace por medio del Abrazo. El abrazo es la forma por el cual un vampiro convierte al humano en su chiquillo. Según los clanes vampiricos hay distintos tipos de abrazos. Por ejemplo el de los Malkavian que su abrazo es tan doloroso que sus futuros chiquillos llegan a caer en la locura por soportar tan doloroso y traumático cambio.

Los nuevos vampiros, tras la conversión pueden entrar en frenesí muy rápido. Tanto así que pueden llegar a cometer asesinatos atroces por su sed descontrolada de sangre. Para evitar esto su Sire o creador tiene que controlar a su muchacho hasta que pase todo este proceso.

Yo nunca pase por eso, mi transformación fue muy tranquila y rápida, estoy seguro que muchos vampiros habrían deseado esa transformación.

Me aliste para ir a buscar a Beckett, aun eran las 17:00, faltaban dos horas pero preferí caminar un poco.

-¿Ya te vas?- Maria estaba atrás mió, viéndome como me alistaba
-Si, Beckett quiere verme a mí y a Shogo.
-¿Les dijo el motivo?
-No, a el le gusta el misterio.

Se quedo en silencio por un minuto, luego continuo.

-¿Y ya aclaraste tus sentimientos?
-¿Perdón?
-No te hagas el que no escuchas Vaynard.
-Solo es un vacío que siento, no tengo que aclarar todos mis sentimientos para llenarlo.
-Pues deberías
-¿Por que?
-Quizá tú necesites una compañera de tu especie...
-No digas tonterías Maria.
-No es una tontería, analízalo por un minuto. Un vampiro requiere siempre de alguien de su misma especie. No son tan distintos a los humanos.
-Si tienes mucha razón, no somos tan distintos.-Dije –Apropósito, ¿Ya tomaste sangre hoy?-Le pregunte en tono sarcástico.
-OK, son distintos en algo
-¿En algo? Maria entiende, en este momento nosotros estamos bien, pero de aquí a 50 años tú serás una anciana y yo seguiré igual. Pasaran 100 años y tu morirás y yo seguiré igual, viviré para siempre, lo único que yo no deseaba era eso y ahora no hay forma de revertirlo.
-¿Sabes algo Vaynard? Si hay forma de revertirlo-Maria salio de la habitación rumbo a la cocina y volvió con un cuchillo.
-¿Qué haces?
-Quieres ser mortal, hay una forma.-Maria levanto el cuchillo y apunto a mi corazón.
-Eso no funciona Maria, tienes que cortarme la cabeza a lo mucho para morir.-Le dije sin mirarla y acomodándome la camisa que tenia puesta.
-No te pensaba herir-Maria cambio la dirección del cuchillo hacia su cuello. – Si me corto y estoy al borde de la muerte no te quedara otra solución más que convertirme.

La punta del filudo cuchillo ejercía presión contra la piel de su cuello.

-¿Qué crees que ganarías siendo vampiro?- Le pregunte
-Estaría siempre a tu lado.
-¿Y tus padres? ¿Amigos? ¿Trabajo?
-¿Qué tienen?
-No se nada de ellos ¿Acaso no extrañas a tus padres? ¿Qué crees que dirían si te vuelves una vampiresa?

Maria soltó el cuchillo, al parecer las pocas palabras que dije le llego a afectar, aunque no fueron muy duras.

-Piénsalo bien, no quiero que tú pases lo que yo pase.

Diciendo esto me fui a mi encuentro con Beckett.

Cualquiera que lea esto pensara que Maria esta desesperada por volverse un vampiro, tanto como para atentar con su vida. Quizá ya no sienta lo que sentía antes por ella. Su insistencia me esta llegando a aburrir.

¿Por qué ese afán de ser vampiro? ¿Es acaso tan bueno? Por que la verdad yo no lo veo tan genial, digo, solo puedo usar habilidades de noche, de día soy tan vulnerable como cualquier humano. Además cambiar una dieta normal rica en parrillas, KFC y comida cacera a sangre de la noche a la mañana no es tan bueno.

Llegue a La Hermita, ahí estaba Shogo ya esperándome.

-Pensé que habías dicho a las 19:00
-Si, así fue.
-¿Y por que vienes tan temprano?
-Lo mismo te pregunto.

Nos quedamos callados y nos empezamos a reír. Shogo y yo nos llevábamos muy bien, no se si será por los lazos de sangre que compartimos (ya que tenemos un creador o Sire en común) pero de todos los vampiros que he conocido, Shogo es con el que mejor me llevo.

-¿Y como te va con Maria?
-Parecemos esposos...nos peleamos cada 5 minutos.
-¿Por qué? Pareciera que llevan una bonita relación.
-Así parece, pero ella quiere que la convierta en...
-¿Vampiresa?
-Lo que sea, no quiero que sea una de nosotros. No es que sea egoísta, pero yo perdí prácticamente mi vida humana...yo no quiero que ella pase por lo mismo.
-OK. No te estreses, el que tiene el poder para convertirla eres tú, no creo que alguien quiera convertir a Maria en una vampiresa. Aunque debo admitir que serian una pareja un tanto extraña, dos vampiros como pareja no es algo que se vea tan a menudo.
-Si, claro, como tú y Stephanie.
-¡No somos pareja!
-¿No lo son?
-¡No!
-¿Seguro?
-Créeme, si estuviera con alguien ya lo sabría. Además somos de caracteres completamente distintos, no saldría nada bueno de esa relación.
-Si tú lo dices...-No quise discutir de ese asunto con Shogo, al fin y al cabo yo no me meto en problemas de pareja.

A las 7:00 PM Beckett se presento. El siempre es puntual y puede desaparecer tan rápido como aparece. Es una habilidad que a perfeccionado a lo argo de su vida como vampiro.

-Buenas noches.-Con su típica voz tranquila y profunda Beckett nos saludo.
-Hola Beckett-Ambos saludamos, claro que Shogo no fue tan emotivo en su saludo.
-Así que trajiste a tu amigo, eso es bueno, al fin y al cabo vamos a ir a un lugar al que suelen ir vampiros.
-¿No me digas que de nuevo vamos a ir a Henoc?-Dijo Shogo.
-No, no es Henoc, es un bar.
-¿Bar?-Preguntamos ambos, esta vez el que había perdido la emoción era yo.
-Si, queda en Miraflores, por el parque Kennedy. Así que vamos de una vez.

Beckett comenzó a caminar rumbo a Miraflores, Shogo me miro y se encogió de hombros. Ambos lo seguimos.

Miraflores, es el sitio adecuado para vivir, por que todo esta abierto de noche, por lo menos todos los lugares de diversión. Los centros comerciales y fast foods cierran también tarde. Es un lugar propicio para las personas que les gusta caminar de noche, no estoy diciendo que sea del todo seguro, por que de robar roban. Pero robar a un vampiro seria el último error que el ladrón cometiera.
-¿Dices que el bar donde vamos, también es de vampiros?-Pregunte
-Si, el Taita es libre para todos, humanos o vampiros.-Me respondió Beckett con una sonrisa.
-Pero nosotros hemos estado ahí anteriormente, en ese caso ¿Por qué no vimos ningún vampiro?-Le pregunte
-Quizá no había ninguno, y si se que estuviste ahí, “Aquí estuvo Vaynard el Vampiro”, muy original ¿No?

Me apene un poco mientras Shogo ahogaba una carcajada.

-A propósito Shogo, hay tres vampiros que preguntaron por ti la vez pasada.
-¡Ah! Si son amigos míos...
-Dicen que les debes dinero

Esta vez yo ahogue la carcajada.

Llegamos al Taita, subimos las escaleras y entramos al bar.

-Chicos los traje aquí por que vamos a jugar poker.
-¿Poker?
-Si, ambos necesitan dinero: Vaynard ha perdido su trabajo y Shogo debe dinero a sus “amigos” vampiros y si no les paga le darán la muerte final. Ahora ¿Quieren jugar?

Beckett tenía razón, yo estoy acostumbrado a tener siempre dinero en mi billetera y Shogo estaba con la soga al cuello. No nos quedaba otra salida que jugar al poker.

-¿No vamos a retar a vampiros, no?-Le pregunte.
-No seas tonto, vamos a retar a humanos, a todo esto ¿Has jugado alguna vez al poker?
-Si, claro.

Era verdad, en mi pubertad las reuniones con mis amigos humanos eran para tres cosas: fiestas, video juegos y poker. Incluso cuando tenia 19 años nos reuníamos a jugar poker en la casa de una amiga, nos reuníamos cuatro a cinco personas y jugábamos apostando dinero de verdad. Así que no seria tan difícil jugar.

Beckett se acerco a una mesa donde habían tres personas: dos hombres y una mujer. Los sujetos que acompañaban a la mujer eran altos, cabello negro y vestimenta típica de sábado por la noche. Nada nuevo.

La mujer, en cambio tenia cabello ondulado también negro, pestañas largas, ojos marrones y perfectamente maquillados y un rostro redondo y blanco salvo sus mejillas que eran rosas que se podían ver perfectamente en la oscuridad.

Los tres nos invitaron a sentarnos en su silla. Uno de los humanos saco dos juegos de cartas, separo los comodines y las barajo.

-¿Y bien amigos? ¿Qué apostaremos? –Nos dijo la mujer sonriéndonos.


Vaynard.