martes, 30 de diciembre de 2008

Domingo 30 de Noviembre: Los Niños Desangrados

Domingo 30 de Noviembre

Shogo y yo estábamos caminando rumbo a casa de María. Shogo estaba que cargaba a Stephanie. Ella aun no recobraba el conocimiento.

Ya estaba amaneciendo. La última estrella de las pocas que se ven en Lima estaba haciéndose invisible.

-Ese Beckett abusa de nuestra confianza-Dijo Shogo
-Si lo se, pero algún día nos devolverá los favores…eso creo.

Beckett no nos acompaño, puesto que el no resiste el sol. Aun teníamos muchas dudas con lo que Beckett nos había contado. Cuando Stephanie despertara no le preguntaría acerca de mi creador, sino de Beckett. No se por que pero, tenia curiosidad de saber un poco mas acerca de Beckett.

-¿Estas seguro de que María quiera tener a Stephanie en su casa?, digo, le gustan los vampiros y todo eso pero lo veas por donde lo veas, Stephanie es mujer… ¿No habrá celos?
-No creo…ojala que no.

Estaba preocupado, nunca había visto a María como una chica celosa, y no creo que se ponga celosa por traer a un vampiro a su casa, al fin y al cabo a ella le gustan los vampiros.

-¿En donde estamos?-Stephanie había despertado
-Estamos cerca de la casa de María-Dijo Shogo
-¿Y quien es ella?
-Digamos que es la novia de Vaynard.

Stephanie me miro

-¿Tienes novia?
-Algo así.

Stephanie miro a Shogo.

-Me has cargado toda la noche…disculpa
-Descuida, no es nada-Le dijo Shogo
-Si, no es nada…solo quiere conocerte mas a fondo- Le dije a Stephanie
-¿Cómo es eso de “mas a fondo”?-Me dijo Stephanie
-¿Tu que crees?-Le dije con una sonrisa malévola

Ella abrió sus ojos, se había sorprendido.

-¡¡¡¡¡Suéltame vampiro depravado!!!!
-¡¿Y ahora que hice?!-Dijo Shogo
-¡Quieres aprovecharte de una niña como yo!-Gritaba Stephanie mientras le golpeaba la espalda Shogo
-¿Niña? Pero si eres una anciana…
- No me digas anciana, violador-Stephanie seguía golpeando la espalda de Shogo
-¿Violador? Disculpa pero a mi me atrae la carne joven

Fue muy divertido verlos discutir.

Llegamos a casa de María, tocamos la puerta.

-Vaynard puedes ayudarme con Stephanie, pesa mucho
-¿Me estas diciendo gorda? Insolente
-No te dije gorda, pero ahora que lo mencionas.
-¡Ya basta los dos!-Dije

Shogo me dio a Stephanie. Ella puso su brazo sobre mi cuello, como si me estuviera abrazando. Shogo se acomodo la ropa, se froto el cuello y me dijo
-Gracias, me has quitado un gran peso de encima
-Eres muy odioso ¿Lo sabias?
-Si, es por eso que ya me voy
-¿Qué?-Dije
-Si, lo que pasa es que estoy muy cansando por lo que hemos pasado, así que quiero dormir un poco.
-Pero Shogo ¿Me vas a dejar con Stephanie solo?
-Si, pero ten cuidado que María no los vea abrazados o le puede dar un ataque de celos
-No estamos abrazados idiota, solo me esta sosteniendo-Dijo Stephanie un poco ruborizada

Shogo hecho a reír.
-Vaya, la chica se ruborizo-Dijo Shogo
-Ya Shogo, deja de molestarla, recuerda que ella nos puede patear el trasero si esta en óptimas condiciones.

Se escucho un ruido que provenía de la casa de María, eran pasos, alguien se estaba acercando a abrirnos la puerta

-Bueno, nos vemos
-¡Oye espera!-Le dije a Shogo, pero ya era tarde. Había desaparecido en el amanecer.

Stephanie trato de acomodarse, ahora si me estaba abrazando.

-Lo siento, no quiero ser una carga…
-Ya te he dicho que no eres ninguna carga.

María abrió la puerta

-Vaya Vaynard así que ya tienes nueva amiga- Me dijo una sonrisa, pero luego su expresión cambio de una sonrisa a una cara de celos como nunca antes había visto en mi vida.

-¡¿Quien es ella?!
-Ella…pues es Stephanie. Es una vampiro y esta mal herida.
-¿En serio? Porque al parecer para abrazarte esta sana
-¿Qué?, No, ella no me esta abrazando, solo se esta apoyando. Tengo que ponerla en una cama o un sofá.

Entramos a casa de María. Dejamos a Stephanie en la habitación de María. Luego María y yo salimos a la sala a conversar.

-Bueno, ahora si cuéntame todo, comenzando por esa chica
-Ella es Stephanie, una vampiro que resiste el sol
-¿Cómo tu?
-Si
-¿Y como la conociste? ¿Sabe que tienes novia?
-Obvio que sabe, Shogo se lo dijo. La conocí en una tienda de ropa de mujer. Ella es la hija de Beckett, o mejor dicho, Beckett la convirtió en una vampiro
-¿Beckett? Pero el no puede resistir el sol ¿Cómo es que ella si puede resistir?
-Digamos que la sangre con la que Stephanie fue convertida es la misma que la de mi creador, solo que Beckett la tenia
-No entiendo…
-Yo tampoco entiendo mucho, es por eso que accedí a traerla, quiero hacerle unas preguntas acerca de Beckett
-¿Y no piensas preguntarle acerca de tu creador?
-No, eso no seria justo.

Pasaron cuatro horas para que Stephanie despertara. María y yo seguíamos en la sala. Stephanie salio del cuarto y se dirigió hacia la sala.

-Gracias por cuidar de mí, en verdad se los agradezco
-No es nada, eres amiga de Vaynard, así que también eres mi amiga-Dijo María
-¿Amiga?...Si, claro.
-Ven, vamos a que te cambies de ropa, la que tienes esta rota por la pelea que tuviste con Beckett.
-No te molestes, estoy bien.

Pero María llevo a Stephanie hacia la habitación.

-Oye espérame-le dije
-¡Tu quédate aquí!-Dijeron María y Stephanie a una sola voz

Como me habían apartado de sus actividades decidí salir a pasear por el parque cerca de la casa de María.

-Grandioso…primero se pone celosa y luego es su “gran amiga”-murmure
-Si… ¿Quien entiende a las mujeres?-dijo una voz a espaldas mía.

Era Shogo que estaba merodeando por el parque

-¿No que te ibas a tu casa?
-Si, pero quise ver como María se moría de los celos
-¿Te divierte el sufrimiento ajeno?
-No soy muy diferente a ti Vaynard, tú también gozas del sufrimiento ajeno.
El tenia razón, no se el porque pero el sufrimiento ajeno era algo con lo que sentía placer…un placer bastante trastornado, diría yo.

-Pensé que habías venido a ver a Stephanie
-En parte…quiero preguntarle algo acerca de esto-Me dijo Shogo mostrándome un periódico.

Era un periódico amarillista, lleno de colores y letras grandes y llamativas. Los titulares usaban jergas para comentar la noticia. En el titular principal decía “Chibolo muere desangrado”

-¿Desangrado? ¿Crees que Stephanie haya sido la causante de esto?
-No lo se, por eso le voy a preguntar.
-Me prestas el periódico
-Si, claro

Me puse a leer lo que decía la noticia



“CHIBOLO MUERE DESANGRADO”

Un niño vendedor de golosinas es encontrado muerto en la esquina del Museo de la Nación en San Borja.
El niño, que aun no ha sido identificado, se dedicaba a la venta de golosinas en dicha esquina.
El cuerpo del niño no tenia golpes solo dos profundas heridas en el brazo y un corte en el cuello, lo que le puede haber producido la fatal hemorragia.

La policía junto a los peritos y el fiscal de turno llegaron a la escena del crimen. El fiscal ordeno el levantamiento del cadáver. El cuerpo fue conducido a la morgue central de Lima que hasta el cierre de dicho informe los familiares del difunto niño no se han hecho presente.

La policía descarta una venganza, pero aseguran de que atraparan al criminal.
Al preguntar a los peritos de las heridas del niño estos dijeron que era algo raro porque la sangre perdida del niño era mucha comparada con la que estaba regada en el piso.
¿En donde quedo la sangre faltante? Esa es la interrogante de este caso.



-Dos heridas profundas en el brazo y un corte en el cuello, un poco incivilizado para Stephanie ¿No crees?-Le dije a Shogo
-Si, yo también lo creo, pero es por eso que le quiero preguntar…
-¿Qué cosa?
-Si es que ella conoce a más vampiros como Beckett, quizá si conoce a más, recuerda que tiene como cuarenta años, y con cuarenta años debes conocer a muchas personas.
-Pero ¿Y si no fue un vampiro el que ataco al niño?-Le pregunte a Shogo
-Puede ser…pero es mejor saber si es que hay más vampiros. Es preferible encontrar a ellos primero antes de que ellos nos encuentren a nosotros.

Shogo y yo volvimos a la casa de María. Una vez adentro nos dirigimos a la sala en donde estaba Stephanie y María.

-Bienvenido.-Me dijo María
-Traje visita
-Shogo que bueno verte
-Hola María, hola Stephanie…
-Hola…pervertido-Murmuro Stephanie
-¡Ey! Te escuché anciana-Le dijo Shogo a Stephanie

Los dos empezaron a lanzarse insultos.

-¿Siempre son así?-Me pregunto María un poco aturdida por el espectáculo
-Si, bueno…casi siempre son así.-Le dije sonriendo
-Pues hacen bonita pareja-Me dijo María riéndose

Shogo y Stephanie miraron a María enojados

-¡Ni pensarlo! ¡Eso jamás!-Dijeron los dos


Ese domingo fue uno de los más felices que tuve, pasamos todo el día en casa de María. Ella no se molestaba, de segura se sentía sola dado que sus padres estaban de viaje. Shogo y Stephanie no paraban de discutir, en verdad parecían una pareja de casados. Ese comentario no les gusto a ninguno de los dos.

Todo estuvo tranquilo hasta las 9:00 PM donde prendimos el televisor para ver las noticias.

“Noticia de ultimo minuto, dos niños mueren desangrados cerca al Touring, en el limite de Lince y San Isidro”

Shogo y yo nos miramos, el Touring estaba muy cerca de la casa de María.

-María espera aquí, tú también Stephanie
-¿Pero que pasa?
-Vamos a investigar ese caso. No se muevan de aquí

Shogo y yo nos dirigimos hacia la escena del crimen. Lo que nos esperaba ahí era algo que cambiaria nuestra búsqueda por completo.


domingo, 28 de diciembre de 2008

La batalla con Stephanie

La noche estaba en silencio total, no se oía ruido alguno. Stephanie estaba mirándonos fijamente a Shogo y a mi. Tenia una mezcla de furia y tristeza en sus ojos.

-Cometieron un grave error, chicos, no debieron meterse conmigo.
-Un momento, solo queremos hablar, no quiero peleas.-Le dije
-¡Silencio! Tu eres amigo de Beckett, tu me quieres hacer daño
-¿Bromeas? ¿Amigo de ese amargado?-Le dijo Shogo
-Shogo, ya has hablado mucho, déjame a mi ¿Te parece?-Le dije a Shogo

Stephanie se aproximaba más. El aura que producía era una aura asesina.

-Stephanie, escucha, yo no quiero detenerte. Si tienes problemas con Beckett los puedes resolver, yo no me voy a meter.
-¡Ya cállate!

Stephanie corrió hacia mi, su velocidad era igual a la mía. Trato de empujarme pero yo la esquive. Ella giro rápidamente y me dio un golpe. Retrocedí unos pasos para poder recuperarme del golpe, pero ella quería acabar rápido con el combate.
corrió hacia mi con una velocidad tal que a duras penas pude esquivar sus golpes.

-¡¿Qué te ocurre niño?! ¿Acaso eso es todo lo que puedes hacer?- Me decía Stephanie mientras me atacaba.
-Entiende, no te quiero atacar.
Pero ella hizo un flip hacia atrás y me golpeo con sus pies.
Yo caí al piso.

-Vaynard ¿Estas bien?-Me dijo Shogo.
-Si…

Mire a Stephanie con rabia. En ese momento la sangre me hervía. Sentí que algo en mi cambio. Tenia ganar de matarla.

-Hasta que por fin decidiste enseriarte-Me dijo Stephanie.
-Te matare…te matare.-Le dije a Stephanie

Corrí hacia ella, pocos metros antes de llegar salte. Decidí atacarla desde arriba.
Ella se movió rápido para esquivar mi ataque, al llegar al piso me moví rápidamente para volverla a atacar.
Me sentía mucho mas rápido. Mis movimientos eran mas rápidos que otras veces.
Ella no pudo esquivar todos mis ataques. Retrocedió varios metros para ponerse a salvo.

-Bien, esto me gusta. Por fin alguien que da pelea.

Yo no decía nada, estaba enojado. En realidad la quería matar.

-¡Ya basta! Dejen de pelear los dos. –Beckett estaba molesto también.
-No te metas Beckett, después de el tu serás el siguiente.- le dijo Stephanie
-Si Beckett, no te metas.- Le dije.

Ambos nos miramos, tanto Stephanie como yo teníamos los ojos rojos y ganas de asesinar.

-Por que me buscaban ¿acaso no puedo vivir tranquila?
-Solo te busque porque Beckett me lo pidió.

Stephanie miro a Beckett

-¿Acaso no tienes la valentía de venirme a buscar?
-No es eso princesa, es que yo…
-¡No me vuelvas a decir princesa! ¡Te odio!

Esas palabras afectaron mucho a Beckett, tanto que bajo la mirada.

-¡Oye anciana, más respeto hacia tu padre!- Le grito Shogo – Puede de que sea un amargado, pero es tu padre.
-¡Shogo! No le digas anciana- le dije

Stephanie iba a atacar a Shogo pero yo me puse delante de el.

-Puede de que Shogo sea muy tosco al hablarte, pero tiene razón- Le dije a Stephanie

Mire a Beckett, estaba sumido en sus pensamientos, de verdad le había afectado las palabras de ella.

-Puede ser de que el sea un vampiro, incluso puede ser un amargado…pero estuvo ahí para salvarte de la muerte. Estuvo ahí para darte todo ¿Y así le pagas?
-Yo no quería ser esto, ¡¿Es que acaso no entiendes?!
-Si, lo entiendo…¿Acaso crees que yo si quería ser vampiro?

Stephanie se quedo callada, parecía que algo de lo que yo le había dicho le había hecho entrar en razón

-¿Tu no querías ser vampiro?
-Pues nadie me pregunto
-¿Quién te creo?
-Pues…pregúntale a Beckett.


Stephanie avanzo hacia donde estaba Beckett, estaba un poco mas clamada, pero aun tenia rabia en sus ojos.

-Diles quien fue

Beckett miro a Stephanie sin decirle una palabra

-¡Diles quien fue!- Ella no estaba con bromas
Beckett no dijo nada. Estaba en silencio. Pensé que no lo haría, porque parte del trato que yo había hecho con el era de que yo tenia que encontrar a cuatro vampiros y solo había encontrado a dos.

-Bien, pues, en ese caso yo les diré

Stephanie volteo a mirarme

-La persona que los creo es un amigo de Beckett, yo también lo conozco, se llama…

Pero antes de que terminara de decir quien era Beckett le tapo la boca. Su movimiento fue tan rápido que ni ella, ni yo, ni Shogo pudimos verlo.

-No digas nada niña malcriada, yo hice un trato con Vaynard y el solo ha hecho la mitad.

Stephanie movió su cabeza hacia atrás golpeándole a Beckett la nariz, el la soltó.

-¿Cómo te atreves a tocarme y a darme ordenes?
-No te permitiré que le digas una palabra.-Le dijo Beckett arrodillado

Beckett se puso de pie, su mirada perdida cambio a una mirada de cólera, fría, como la de siempre

-Si te crees capaz de matarme pues inténtalo, niña.

Stephanie corrió hacia Beckett, comenzó a propinar golpes muy rápidos, pero Beckett los esquivaba con facilidad. Stephanie trato de usar el truco del flip para golpearle pero el la detuvo. La agarro de las piernas y la saco volando.

-¿Eso es todo? ¿Y dices que vas a matarme?- Beckett seguía parado en el mismo lugar, no había dado ningún paso durante su pelea con Stephanie.

-Vaynard ¿Viste eso?
-Increíble, y nosotros dos no pudimos con ella

Stephanie se reincorporo. Se levanto del piso, se sacudió su ropa.

-Mira lo que haz hecho, ensuciaste mi ropa, ahora si te matare
-No eres mas que palabras ¿No te cansas de hablar?

Stephanie volvió al ataque, esta vez su velocidad había aumentado, pero Beckett no se movía, no daba ningún paso. Stephanie propinaba golpes a una velocidad que, si Shogo o yo hubiéramos peleado ya hubiéramos perdido.
Beckett agarro el brazo derecho de Stephanie

-Que desilusión…y pensar que pase 10 años entrenándote- Le dijo a Stephanie mirándola con desden.

Beckett apretó el brazo de Stephanie tan fuerte que ella grito por el dolor, pero los gritos cesaron cuando el le propino un golpe en el estomago.
El golpe fue tan fuerte que ella salio volando.

Yo corrí a alcanzarla, si es que caía de una manera brusca es posible que se lastimara.
Pude alcanzarla, así reduje el impacto de la caída.

-¿Por qué lo hiciste?-Me dijo.
-Para que no salgas mas herida de lo que ya estas.
-Lo matare…solo déjame recuperarme.
-Cálmate, el es muy fuerte, solo lograras que te lastimen.

Stephanie se paro, pero al parecer su cuerpo no se había recuperado del golpe recibido.

-Vaynard, tienes que detenerla.-Me dijo Shogo.
-¿Y que crees que le he dicho?
-Se mas convincente, a su edad la terquedad es algo que influye en su carácter.

Stephanie miro a Shogo, luego me miro a mi

-Después de matar a Beckett, los matare a los dos…sobretodo a ese vampiro hablador.
-¡Te escuche anciana!-Dijo Shogo.
-¡Ya basta los dos!, Stephanie ya deja de pelear.
-No, lo matare…¡Lo matare!

Ella corrió de nuevo hacia Beckett, su velocidad se había reducido pero aun así seguía siendo rápida.

-Vaya, así que no lo entendiste…es una lastima- Dijo Beckett

El saco de su manga un bastón negro. El bastón era pequeño con un punto de plata cerca al borde y una pequeña ranura en uno de los lados, la ranuela era lo suficientemente delgada como para que quepa un moneda.

Beckett presiono el punto de plata y por la ranura salio una hoja de acero. Ese bastón no era solo un bastón…era una arma.

-¡Stephanie, cuidado!

Ella no escuchaba, iba directo a su muerte.

Me apresure a llegar donde Beckett antes de que ella llegara.
Beckett movió su brazo y asesto un golpe con toda su fuerza.

El sable me hizo una herida en el hombro. Por suerte había llegado antes que Stephanie.
Shogo también estaba ahí, sujetando el bastón de Beckett evitando que mi herida fuera mas profunda.

-¿Por que lo hiciste?-Me pregunto Stephanie
-No lo se…digamos que no me gusten que lastimen a mujeres-Le dije
Beckett retrocedió.
-Lo siento Vaynard-Me dijo
-Descuida, duele pero cicatriza rápido.

Efectivamente, la herida cicatrizo en un parpadeo, después de unos cuantos segundos ya no tenia marcas del corte.

-Vaya…en estos casos es bueno ser vampiro-Dijo Shogo mirando mi herida.
-Oye gracias Shogo, si no hubieras detenido el sable pues la herida hubieron sido mas profunda.
-Descuida amigo.

Mire a Stephanie

-Oye, que no te de pena, es mejor que no mueras hoy.
-Pero por mi culpa saliste…
-Descuida, ¿lo ves? Ya sano
-Pero…
-No digas nada, si quieres vengarte de Beckett esta bien hazlo, no te detendré. Pero…
-¿Pero?
-Pero no lo puedes matar hasta que termine el trato que tengo con el ¿De acuerdo?

Beckett me miro asombrado al igual que Stephanie y Shogo

-¿Qué opinas Beckett?

El sonrío

-Esta bien Vaynard, después de que cumplas tu trato ella podrá “matarme”

Stephanie iba a decir algo pero tambaleo y se cayo. Shogo la sostuvo.

-Al parecer no te has recuperado del golpe, te llevare a casa-Le dijo Shogo
-No tengo casa
-¿Bromeas?, pues entonces vamos a mi casa y…
-¡No, de ninguna manera!-Dijo Beckett-Vaynard, ¿La puedes llevar a tu casa?
-¡¿Qué?!
-Es un favor que te pido…
-Ya son dos favores que me pides Beckett…esta bien…lo haré

Shogo me miro asombrado
Stephanie también me miro

-Gracias, espero no ser una molestia…-se desmayo
-Para ti no será una molestia…para María si lo será-Me dijo Shogo
-Si lo se…sabes amigo, voy a tener un gran problema

Vaynard

domingo, 21 de diciembre de 2008

Lazos Irrompibles

-¿Para mi pequeña princesa?- Se preguntaba Shogo
-O sea que…¿Beckett es el padre de esa chica?-Le pregunte a Shogo
-No lo creo, ese viejo vampiro es muy amargado para tener hijos.
-Shogo, ¿Qué sabes acerca de Beckett?

Shogo se quedo en silencio, por un minuto dudo en decirme lo que sabia, hasta que por fin hablo

-Beckett es un vampiro muy viejo. Es un Mnemosínidas, un cazador de reliquias vampiricas. Lo conocí hace un mes, se me apareció cuando salía de un hotel, ya te imaginas que acaba de hacer. En fin, me dijo que alguien me había elegido para ser un vampiro. Yo le dije que no estaba intensado. A la semana me vinieron esos dolores terribles de cuello que te conté.

-¿Y te dio algún indico de quien era el que nos creo?
-No, pero dijo que lo conocía, es mas, es un amigo muy cercano a el
-¿Crees que esa chica lo conozca?
-Si lo conoce nos ahorraría la búsqueda.

Nos quedamos en silencio, yo seguía viendo la cadena que nos habíamos encontrado. Recordé las palabras de ella “¡No quiero ser esto!”, me recordó cuando intente suicidarme el mismo día de mi conversión.

-Tenemos que hablar con Beckett y encontrar a la dueña de esta cadena. Entiendo el sufrimiento de esa chica. Shogo vamos a ver a Beckett
-¿Estas loco o la sangre que acabas de tomar te a afectado?- Me dijo Shogo –No pienso hablar con ese anciano.
-Tienes que acompañarme, en el caso que sea su hija ¿No querrás que te la presente?

Shogo se quedo pensativo.

-Esta bien, iré por que eres mi amigo…y de paso por la chica.

………………………………………


Llegamos a Barranco, a la Hermita para ser mas exacto.

-Beckett vive en esa iglesia abandonada, ven- Le dije a Shogo
-Iglesia abandonada…y luego preguntas de porque es amargado.

Nos dirigimos a la puerta de la iglesia. Tanto Shogo como yo sentimos su presencia.

-Veo que tengo visitas…hola Vaynard ¿Traes acompañantes?
-Beckett, tenemos que hablar
-OK, pero ¿Quién es el otro sujeto?
-Soy Shogo, ¿acaso no te acuerdas de mi maldito anciano?-Dijo Shogo muy molesto

Beckett salio de la oscuridad. Estaba tan tranquilo como de costumbre.

-Si, recuerdo tu voz, el vampiro cazador de prostitutas, como olvidarme…
-¡Quieres pelear acaso?
-No lo se…¿tu?

Beckett y Shogo se estaban mirando muy feo, no se lo que haya sucedido entre ellos, pero debe de haber sido algo muy pero muy malo.

-Basta los dos, si se quieren matar háganlo en otro momento- Les grite a los dos
-¿Qué sucede Vaynard? Estas muy irritado, ¿Te abandono tu novia o que?
-No, nada eso. Te he venido a preguntar algo
-¿Sobre tu creador?
-No…sobre tu pequeña princesa- le dije con una sonrisa.

Beckett se quedo en silencio. Estaba mirándome fijamente con esos ojos rojos que tenia.

-¿La vieron? ¿Esta bien?
-Esta rebuena- Le dijo Shogo

Beckett miro con rabia a Shogo, al parecer ese comentario le había ofendido
-Escucha Beckett- Le dije antes de que volviera a discutir con Shogo – Ella esta bien, solo que un poco triste por ser vampiro. Al huir de nosotros se le cayo esto- Le mostré la cadena

Beckett miro la cadena y luego me miro a mi

-Estoy seguro de que te vendrá a buscar, dime una cosa ¿Ella es uno de los cuatro vampiros que me encargaste a buscar?
-Si
-Ósea que ya voy casi a la mitad del trabajo-Le dije a Shogo en voz baja

Beckett seguía mirándome, parecía perdido en sus pensamientos pero con su mirada fija en mi.

-¿Le hicieron algo a Stephanie?
-¿Stephanie?
-Si, así se llama.
-No no le hicimos nada, ella estaba en entienda de ropa de mujer y nosotros…
-Ropa, si a ella siempre le gusto la ropa.

Shogo y yo nos miramos. Beckett era una persona completamente diferente a la que conocíamos, estaba muy dócil y su mirada fría y penetrante había cambiado a una mirada tierna con un poco de tristeza.

-Oye Beckett, ¿Ella no fue creada por el mismo sujeto que nos creo a Shogo y a mi?
-No, claro que no. Yo la cree
-¿Y ella es igual a nosotros, es decir, resiste al sol?
-Si, ella también es de ese tipo
-¿Qué tipo?
-Los renacidos
-¿Los renacidos?
-Si, ustedes como vampiros nuevos son denominados renacidos, son una clase única de vampiros que, a diferencia de nosotros los antiguos, pueden resistir a la luz del sol.

Ni Shogo ni yo entendíamos bien lo de renacidos pero sabíamos que Beckett había creado a Stephanie, y que ella vendría a buscarlo, después de todo ella lo conocía y quería venganza por haberla convertido en una vampiro.

-Oye Beckett, cual es el termino apropiado para Stephanie ¿La vampiro, vampiresa o vampira?-Le pregunto Shogo
-Esta entre la primera y la tercera…no hay una definición exacta.

-Pero, Beckett, ¿Tu no puedes resistir el sol?-Le pregunte
-No
-¿Y como es que esa chica, Stephanie, si puede resistir?

Beckett se quedo un rato en silencio. Miro hacia el oscuro cielo de la noche.

-Porque yo tengo un poco de la sangre de tu creador
-Siendo así ¿Por qué tu al igual que nosotros no puedes resistir al sol?
-Vaynard, tengo 200 años viviendo, ¿Crees acaso de que no tengo enemigos?
-Con ese carácter pues no hace falta preguntar-Dijo Shogo
-Ya basta Shogo-Le dije –Beckett, cuéntame que sucedió.

Por un momento no hubo ruido alguno, luego Beckett empezó a hablar

-Era una época de guerra, yo estaba saliendo de Europa. Ya era un vampiro para ese entonces. Vine a America porque quería conocer a esa raza de mestizos que se levantaron contra los ingleses, franceses y españoles y se lograron independizar.
Arribe en el puerto del Callao, el puerto mas importante de la colonia española. había oído de que Lima era la ciudad mas hermosa de toda Latinoamérica, incluso oí decir de que era tan o mas hermosa que las mismas ciudades españolas. Y efectivamente todo lo que había oído era cierto. Aun quedaba en la capital algunos rastros de defensas españolas que hubieran servido si es que se hubiera librado una batalla en Lima, cosa que como bien sabes, nunca se dio.
Las personas estaban felices, habían banderas rojas y blancas por doquier y la gente gritaba y cantaba cosas con respecto a la revolución, a su independencia.

Los gritos de las personas alegraban mi alma, y es que, siempre fui un defensor de la revolución americana. Aunque yo vivía en Europa, y mis padres fueron Europeos siempre me gusto los ideales de las personas criollas, los ideales de revolución, un país libre.

La segunda noche que estaba en Lima fue donde conocí al creador de Shogo y al tuyo. Nos hicimos muy buenos amigos. Ambos sabíamos que éramos vampiros pero que a diferencia mía a el no le afectaba la luz solar. El también provenía de Europa, de la zona del noreste, la tierra de los zares mejor conocida como Rusia. Claro que en ese entonces Rusia también estaba con problemas de guerras, como casi toda Europa.

Nuestras conversaciones siempre fueron muy amenas, hablamos de literatura, filosofía, ciencia y claro, del vampirismo.
El siempre me decía que el vampirismo no hay que tomarlo como una maldición, sino como un estilo diferente de vida. “A comparación de los humanos, nosotros si comprendemos lo importante que es la vida, puesto a que estamos muertos…muertos en vida”, esa era una frase que siempre repetía.

Como sabrás, Lima tiene una cantidad increíble de iglesias católicas, por ende las personas en su mayoría eran de dicha religión. Por aquellos tiempos llego un rumor de que habían unos seres que mataban a sus victimas hasta el punto de desangrarlos. Uno de esos seres era yo.

Un día caí de la manera más estupida en una trampa humana, solo de recordarlo me da mucha vergüenza. Los humanos me engañaron y pusieron a uno de los suyos como carnada. Como bien sabes nosotros los vampiros no podemos tomar sangre de seres que ya están muertos, es como si un humano tomara veneno. Pues yo caí en la trampa, el humano del cual yo ingerí su sangre ya estaba muerto. Yo, tan estúpido no me percate de eso.

Para no morir, tu creador me dio de beber su sangre. Es por eso que aun estoy con vida. Yo estoy en deuda con el, no es solo mi amigo, sino mi salvador.
-¿Y Stephanie?
-Pues veras-Beckett miro la cadena y luego me miro a mi – Stephanie es una persona muy especial para mi, aunque yo no lo sea para ella. La conocí hace 40 años.
-¡¿Qué?!-Shogo me empujo a un lado –¿O sea que ella no es joven?
-Claro que no, la conocí hace 40 años, ella había caído grave a raíz de una enfermedad. Cuando ella me vio no se asusto de mi, al contrario, se puso a conversar conmigo. No me pregunto por mis ojos rojos, o por mis grandes colmillos, solo conversaba de las cosas de la vida. Yo la quería, y la quiero como a una hija. Después de tu creador, ella es la persona a la que yo mas estimo. La convertí para que no sufriera mas por ese dolor de la mataba de a poco, esa enfermedad llamada tuberculosis.

Lo que nos contaba Beckett, hace unas semanas atrás habría sido una locura, pero ahora yo le creía todo. Y lo contaba de una manera tan sincera que era imposible decir o pensar de que alguna palabra que saliera de su boca fuera mentira.

-Eso significa que cuando ella contrajo tuberculosis, ella tenia…
-19 años- Dijo Beckett – Es por esa razón de que me odia. Imagínate vivir para siempre con la apariencia de una niña de 19 años, no poder crecer, tener hijos, un esposo, una casa…una familia. Yo pensé en eso muchas veces antes de convertirla. Pero decidí hacerlo porque yo también quería alguien a mi lado. Me sentía solo, y pensé que ella podría ser mi acompañante perfecta. Pero ella me odio, me odio por haberla convertido en una vampiro.
Lo que recuerdo de ella es que siempre vestía ropa nueva, le gustaba mucho la ropa. Esa foto que tiene la cadena nos la tomamos cuando ella cumplió un año como vampiro. Estaba feliz. Aun recuerdo la expresión de felicidad en sus ojos…


Beckett se quedo de nuevo mirando al vacío.

-Oye anciano, pero eso no explica el porque ella puede resistir el sol
-Encima de escandaloso eres estúpido Shogo, ¿Por qué no le preguntas a Vaynard el porque Stephanie resiste el sol?

Yo ya lo había entendido.

-Por la sangre que se te dio- Le dije a Beckett- Quizá en los vampiros convertidos hace buen tiempo no funciona pero en uno nuevo, esa sangre si funciona. En este caso en un humano que recién es convertido.
-Si muchacho, exacto.

En ese momento sentimos la presencia ligera pero cargada de odio. Voltee con Shogo para ver de quien se trataba. Ahí estaba parada Stephanie.

-Ustedes dos, si no quieren morir apártense, esto es entre Beckett y yo
-Cálmate Stephanie, Beckett ya nos explico, podemos hablar y…
-¡Cállate! Esto no tiene nada que ver con ustedes.

Ella seguía avanzando hasta Beckett. Tenia toda la intención de matarlo. Yo dude que ella podría hacerle daño a Beckett, pero luego recordé lo que nos paso a Shogo y a mi en aquel local de ropa.

-Déjala muchacho, si ella me quiere a mi no te metas.
-Escúchalo, no te metas niño, esto es solo entre los dos

Shogo no se quedo callado
-Beckett no se porque pero hubieras convertido a alguien con mejor carácter…esta anciana me esta irritando.

Stephanie miro a Shogo. El rumbo de ella también cambio, ahora se dirigía hacia nosotros dos

-Agradécele a tu amiguito, ahora por su gran bocota ambos morirán
-¿Y ahora yo que dije?
-Shogo, regla numero uno: Nunca le digas anciana a una mujer
-¿Y si le digo que me pasa?

Stephanie fue contra Shogo, lo empujo con tanta fuerza que Shogo salio volando tres metros.


-¡¿Shogo estas bien?!

Shogo se levanto de suelo.

-Si, estoy bien, y ya entendí el que me pasara si vuelvo a decirle anciana

Los ojos de Stephanie se posaron en mi

-Oye, cálmate, yo no quiero pelear. Al contrario, estoy buscando una cura al igual que tu
-¡Mientes! Todos son iguales, todos los vampiros son iguales, un gran grupo de mentirosos.

Trato de darme un golpe, que, por suerte lo esquive

-Vaya…por fin alguien ágil. Me divertiré un poco.

Shogo corrió hacia mi

-Cuidado Vaynard, esa chica aunque no lo aparenta tiene mucha fuerza.
-Y que lo digas…

Mi primera pelea con un vampiro había empezado.

viernes, 19 de diciembre de 2008

La Princesa de la Noche

Sábado 29 de Noviembre:


-¿Un amigo?
-Si, vamos a salir hoy, se llama Shogo. Nos iremos por Miraflores a tomar algo.
-¿A tomar algo? Pero tu solo tomas sangre
-Vamos, sabes que es una expresión.
-Te acompaño, quiero conocer a tu amigo
-No María.
-¿Por qué? ¿Acaso te avergüenzo?
-No, pero es que Shogo es un poco…atolondrado.

Había quedado verme con Shogo en Miraflores. Lo había llamado por teléfono el día de ayer. Fue una conversación muy agradable, parecía como si nos conociéramos desde hace ya un buen tiempo.

-Alo ¿Shogo?
-Si soy yo, ¿Vaynard?
-Si
-Hola amigo, ¿Qué nuevas?
-Pues aquí aburrido
-Igual yo, pero mañana voy a salir a pasear por Larco, ¿Vienes?
-Mmm...…si, ya que
-Bien, entonces a las 9 en Larco
-¿En que parte?
-En la esquina del banco con letrero azul
-¿En el BBVA de Larco?
-Si, exacto.
-OK, chao. No espera…nada de peperas esta vez
-Ja ja, esta bien Vaynard

Claro de que María no sabia que el día que conocí a Shogo, este me había presentado a dos peperas para según el divertirnos. Esa noticia había aparecido en los periódicos: “Dos peperas aparecen muertas en cuarto de hotel”

Si María se hubiera enterado de que había estado en un cuarto de hotel con una mujer pues en este momento seria hombre muerto, o mejor dicho vampiro muerto (aunque no tiene mucha lógica ese pensamiento ya que a los vampiros le dicen no-muertos)

-Entonces te acompaño
-No
-Vamos Vaynard, nunca salimos como pareja. Además quiero conocer a tu nuevo amigo- Me dijo María abrazándome.
-¿Estas segura?
-Si, no se porque pero creo que ese tal Shogo es otro vampiro como tu
-¿Qué como es que adivinas?

Con María no podía discutir. Siempre había escuchado un dicho que decía: “Si discutes con una mujer sales perdiendo si o si”, y en este caso ese dicho tenia toda la razón. Siempre María salía ganando, no se el porque.

Fui con María a Larco, donde me encontraría con Shogo. Era noche de sábado así que tenia ganas de divertirme. Algunas cosas que solía hacer cuando era humano aun me gustaban hacer siendo vampiro como las fiestas, por ejemplo.

-Ey! Vaynard, por aquí

Shogo estaba parado en la puerta del cajero automático del banco.
Nos acercamos a el.

-¿así que ella es tu novia?
-Si, me llamo María. Vaynard habla mucho de ti, eso es bueno
-¿En serio? ¿Y ya te contó a donde fuimos el jueves?

Me puse helado, ¿En verdad se lo iba a decir?

-No me contó nada, ¿Qué hicieron?
-Nos fuimos a tomar algo. Se nos acercaron dos chicas pero Vaynard no les hizo caso. Por lo visto te quiere mucho

María voltio a verme

-Oh…no sabia que eras tan romántico- me dijo abrazándome
-Ni yo- le dije a María.

Yo mire a Shogo con agradecimiento.

Nos fuimos caminando hacia Larco Mar, un centro comercial con vista al mar (claro que de noche no se ve nada). Hay una gran cantidad de tiendas y Fast-food. Shogo y yo nos pedimos una gaseosa para pasar desapercibidos y María pido un helado. Nos sentamos en una de las tantas mesas que hay ahí.

-¿Y tu también puedes aguantar el sol?-Le pregunto María a Shogo
-Si, pero me es indiferente-Dijo Shogo mirando hacia el oscuro mar
-Pues a mi me alegra un poco aguantar el sol, así puedo trabajar-Dije yo
-Tú todavía haces cosas humanas, trabajas, sales a pasear, tienes novia
-¿Acaso Drácula no tenia novias?-Le dijo María
-Si pero…Drácula es un mito, una leyenda de Europa oriental
-¿Al igual que nosotros?
-Si, algo así…pero nosotros si existimos
-Pero también existió Drácula, claro que, no como vampiro pero si como humano

Nos pasamos hora y media hablando del tema. Fue una conversación muy amena.

-Bueno chicos los dejo, de seguro tienen que comer algo.
-Te acompaño
-No Vaynard querido, descuida yo me regreso. Además ustedes tienen más energía que yo, me siento un poco cansada.
-OK, buenas noches

María tomo un taxi rumbo a su casa.

Shogo y yo nos quedamos solos.

-¿Y bien? ¿Qué cenamos?
-Nada de peperas
-Sabia que dirias eso Vaynard.

Nos fuimos rumbo al parque Kennedy, estábamos por Ripley. Alrededor de Ripley hay varias tiendas de ropa y calzado femenino.

-¿No te provoca esa chica?-Me dijo Shogo señalando a una joven rubia, muy simpática
-Shogo, hay algo que no sabes
-¿Qué es? ¿No me digas que eres vegetariano?

Solté una carcajada, de verdad que esa pregunta no la vi venir

-No nada de eso, es que yo solo me alimento de las personas…de mala vida
-¿O sea como las peperas?
-Algo así
-Entonces vamos a cazar peperas
-No…no gracias, muchas peperas me va a producir una indigestión

Shogo soltó una carcajada, esa respuesta no la vio venir

Esperamos que fueran las 11:30, ya la mayoría de tiendas estaban cerradas.

En una esquina estaban parados dos fumones con pinta de ladrones. Querían asaltar a unos extranjeros que estaban cerca del parque.

-Mira Shogo, esos son buenos aperitivos
-Bueno, esta bien…a comer

En un parpadeo aparecimos detrás de los ladrones. No creo que ellos se hayan enterado de que los ataco. De todas formas no importan ya que están muertos.
Arrojamos sus cuerpos al mar. Luego volvimos al centro de Miraflores

-Estoy satisfecho
-Y yo también-dijo Shogo

Estábamos de nuevo cerca Ripley cuando sentimos la presencia de otro vampiro.
Esta presencia era muy distinta a la de Beckett o a la de Shogo, era una presencia más alegre pero terrorífica que provenía de una tienda de ropa.

Las puertas estaban cerradas, pero eso no es un impedimento para un vampiro. Shogo y yo saltamos hasta el techo de la tienda y entramos por la azotea.

Al entrar a la tienda nos dimos cuenta de que era una tienda de ropa para mujer

-Odio estos lugares-Le dije a Shogo
-¿Bromeas? Este lugar es perfecto para conocer chicas

El lugar estaba oscuro, salvo una pequeña área donde se reflejaba la luz de los postes.
Nos acercamos hacia la luz, es ahí donde vimos el cuerpo de una mujer que estaba en el suelo. Estaba muerta y de su cuello le brotaba sangre.

-Este vestido no me gusta, me hace ver un poco gorda

Se escucho una voz que provenia de el probador de ropa. Fuimos hacia ese lugar. Ahí estaba una chica rubia y de ojos verdes con un vestido que la hacia vez muy hermosa. Se estaba mirando al espejo. En sus manos tenia dos vestidos más.

-Disculpa el local ya esta cerrado- Le dije
-¿Y crees que no lo se?-Me respondió la chica mirándose al espejo
-Pues parece que no, mañana va a abrir de nuevo así que si gustas…
-No quiero, y no me estés molestando o te pasara lo mismo que a esa mujer
-Uy! Una fierita...grrr…-dijo Shogo en tono burlón

La chica voltio a vernos. Sus ojos se tornaron rojos y mostró sus colmillos

-Los matare por burlarse de una chica

Desapareció y apareció detrás de nosotros dos tan rápido que no nos dimos cuenta.
Nos empujo tan fuerte que volamos hasta el fondo de la tienda.

-Oye, espera, Beckett te esta buscando- le dije
-Yo no tengo nada que ver con Beckett, si el me esta buscado que venga

Shogo salio de un escombro de ropa.

-Vaya, esa chica si que es agresiva-dijo Shogo tocandose la cabeza.

La chica nos miro con rabia

-¡No quiero ser esto, quiero mi vida normal, como la tenia antes de ser un vampiro! ¡Si no tiene la cura entonces desaparezcan!

La chica salto hasta la azotea. Fuimos detrás de ella, pero la perdimos de vista.

-Rayos…y no nos dijo su nombre- Me dijo Shogo
-Oye ¿Solo piensas en mujeres?
-Cuando piense lo contrario te preocupas, ¿vale?

Había algo que brillaba en la azotea, una especie de cadena.
Recogí la cadena del piso. Había algo inscrito en la cadena con una foto pequeña.

-Mira Shogo
-¿Qué pasa?

Le mostré la cadena a Shogo, este se quedo boquiabierto.
En la foto estaba la chica que nos había atacado y al lado un sujeto, un sujeto que conocíamos: Beckett
La cadena tenia inscrito lo siguiente: “Para mi pequeña princesa”


Vaynard

lunes, 15 de diciembre de 2008

Jueves 27 de Noviembre: Shogo

Jueves 27 de Noviembre

No sabía donde iba a encontrar cuatro vampiros iguales a mí. No tenia pista alguna y lo peor de todo es que Beckett si sabia donde encontrarlos, de otra forma ¿Cómo sabia el que son cuatro vampiros iguales a mi?
Beckett debe saber muchas cosas si tiene 200 años como vampiro, ha debido de ver mucho, viajado mucho y matado mucho.

María estaba a mi lado, observándome durante ya un buen rato. Yo no me había percatado de eso.

-¿En que piensas?
-En nada
-No mientas, se que estas pensando en algo
-¿En serio? ¿Y en que estoy pensado?
-No lo se, solo se que piensas en algo.

Me quede en silencio un rato.

-María, si quisieras encontrar a alguien en Lima, ¿Por donde comenzarías a buscar?
-¿Por qué la pregunta?
-Simple curiosidad
-Déjame ver…creo que empezaría en Miraflores
-¿Miraflores?
-Si, te diría San Isidro, pero es solo una zona de puras oficinas y bancos. Solo a ti te gusta ese lugar.

No había considerado Miraflores en mi zona de búsqueda, en realidad no había considerado ningún distrito de Lima en mi búsqueda. Pero Miraflores era una zona céntrica donde acude mucha gente, sobretodo de noche.

-¿Acaso crees que tu creador esta en Miraflores?
-No
-¿Y al sujeto de ojos rojos que vimos en el Olivar?
-El esta en Barranco no en Miraflores.
-Con que ya lo fuiste a ver.

Me quede en silencio

-Vaynard, tú me dijiste que me dirías cuando decidieras verlo
-Si lo se, pero la nota decía que tenia que ir solo
-¿Y?, ¿Acaso le crees a ese sujeto?
-Digamos que es la única pista que tengo de mi creador, aunque ese Beckett no me agrada del todo, es muy creído

María se quedo en silencio por un momento

-Disculpa Vaynard, ¿Cómo se llama el sujeto?
-Beckett
-¿Beckett?
-Si, ¿Por?

María se había puesto pálida, sus hermosos ojos me miraban fijamente.

-Oye María, ¿estas bien?
-No
-¿Qué te ocurre, dime?
-Tienes que ver algo, ven

Ella se dirigió hacia su cuarto, yo la seguí. Vi que se acerco a su biblioteca y saco un libro delgado de pasta negra.

Lo abrió y se puso a buscar algo entre las páginas.

-Aquí esta- dijo María

Ella me mostró el libro. Había un párrafo que decía:

“Mi chiquillo, Beckett, continúa reafirmando que la Crónica de Caín es una parábola vampírica. Yo estoy en desacuerdo totalmente, pero Beckett es un chiquillo a quien aprecio enormemente. Incluiré sus estudios y descubrimientos aquí, en las páginas que siguen a ésta.”

-¿Beckett? Hablan de el en ese libro.
-Solo un poco- me dijo María
-¿Crónicas de Caín?
-Es una historia antigua, habla de que Caín se volvió un vampiro tras matar a Abel, su hermano
-¿Cómo se llama el libro?
-El Libro de NOD
-¿NOD?
-Pensé que habías leído todos los libros de vampiros Vaynard
-Bueno, en realidad casi todos
-Este libro es único, hay varias traducciones pero esta es la más cercana a la real
-¿Quieres decir que hay otras copias?
-Si, pero la mayoría de esos libros están llenos de mentiras

Cogi el libro y le di una revisada.

-Como puedes ver, querido Vaynard, este libro es un relato de la creación del vampirismo
-¿Ósea como una biblia?
-Exacto, como una biblia

Nos quedamos en silencio.

-Iré a buscar a unos vampiros
-¿Qué?
-Lo que oíste, voy a buscar a cuatro vampiros
-¿Pero en donde?
-En Miraflores

Salí de la habitación. Cogi mi saco y salí de la casa de María.

Me dirigí hacia Miraflores. Tenia que encontrar a esos vampiros que, según Beckett, eran cuatro y estaban aquí en Lima.
Eso me parecía raro. ¿Por qué Lima? ¿Por qué aquí? Aquí no hay muchos lugares oscuros. ¿Y si esos vampiros son resistentes al sol, como yo?

En ese momento se me vino a la mente lo que me dijo Beckett, de que esos vampiros eran iguales a mí. Si ese era el caso pues encontrarlos será mucho más dicífil.

Llegue a Miraflores, a una zona céntrica como lo es el parque Kennedy. Es el parque principal de Miraflores. Me senté en el teatrin del parque, un lugar circular donde la gente se sienta a ver espectáculos callejeros.

Miraba alrededor pensando en donde los encontraría. A este paso mi búsqueda no me llevaría a nada y Beckett no me diría lo que sabe.

-Hola, ¿Eres de por aquí?

La persona que me había hablado era alguien de mi edad, de facciones asiáticas.

-Hola, si soy de por aquí.
-Pues parece que no, como estas mirando de un lado a otro…
-Eres muy observador, ¿Cómo te llamas?
-Shogo
-¿Nombre japonés?
-Si, mi padre era japonés

Shogo esta vestido con una casaca negra, un polo blanco y jeans.

-¿Y tu como te llamas?
-Vaynard
-Nombre raro
-Si lo se
-Dime Vaynard, si no estas ocupado ¿Me podrías acompañar a un lugar?
-¿A donde?
-A un bar de por aquí

Fui con Shogo a un pequeño bar que estaba por ahí, en realidad no era un bar sino un restaurante.

-¿Te vas a pedir algo?-Me pregunto Shogo
-Eh….jugo de tomate
-Muy gracioso…. ¡Ey! Mozo, dos cervezas por favor

El mozo nos trajo dos cervezas heladas.

-¿Y bien? ¿No vas a tomar?- Dijo Shogo
-No, no soy partidario de la cerveza
-Eres una persona rara, ¿Lo sabias?
-Si, algo

Por nuestro lado pasaron dos chicas muy simpáticas. Llevaban unos polos muy escotados y minifaldas.

-Hola chicos ¿Quieren compañía?
-Claro nenas, por favor- Dijo Shogo

Yo lo mire sorprendido. Esas mujeres eran peperas, son mujeres que ponen droga o somníferos en los tragos de los hombres para que una vez que estos se queden dopados ellas aprovechen para robarles. Normalmente las victimas de las paperas nunca sobreviven debido a la sobredosis de droga puesto en la bebida.

-¿Y como se llaman guapos?
-Yo soy Shogo y el es mi amigo Vaynard
-¿Y son de por aquí?
-No, hemos venido de vacaciones
-¿En serio? ¿Y donde se quedan?
-En un hotel de por aquí, si gustan vamos para que lo conozcan

En ese momento, para mi, Shogo era el ser mas lanzado del planeta. Y lo peor de todo que yo estaba ahí, dentro de su plan de “noche de sexo”
Las chicas accedieron a la petición de Shogo. Nos dirigimos los cuatro a un hotel de la avenida Arequipa.

-Vaynard, te voy a enseñar algo que nunca has visto- me dijo Shogo
-Oye, no creo que sea buena idea
-Tranquilo, nadie se enterara

Shogo pidió dos habitaciones.

En lo personal las peperas me caían mal, además me moría de hambre. No había tomado sangre durante un día y eso para mi es mucho.

-Ponte cómodo amor- Me dijo la chica con la entre a la habitación
-No, al contrario…tú ponte cómoda.

Y fue ahí donde le mordí el cuello para tomar de su sangre. La deje en el borde de la vida y la muerte.

-Antes de morir quiero que sepas que el ser pepera no fue una buena opcion en tu vida. Esta muerte es la consecuencia de haber obrado mal y haber hecho sufrir a mucha gente

En ese momento sentí una presencia oscura, muy distinta a la que había sentido cuando me encontré con Beckett. Provenía de la habitación de a lado.

Salí rápido de la habitación donde me encontraba y abrí la puerta de la otra habitación.
Lo que vi me dejo sin palabras

Estaba Shogo mordiendo el cuello de la mujer, sus ojos estaban rojos.

-Shogo, tu también…
-Oye, te dije que te mostraría algo que nunca has visto-Me dijo Shogo, tirando el cuerpo de la mujer sin vida al piso
-Eso ya lo he visto, gracias.
-Así que tu también eres vampiro Vaynard, eso es bueno…
-Si tú lo dices.

Hubo un silencio largo en la habitación

-Beckett te esta buscando, a ti y a tres vampiros más
-¿Beckett?, sigue vivo ese ojos rojos.-dijo Shogo con un tono fastidiado
-Si, se ve que te cae muy bien-fui sarcástico al decirle eso
-¿Qué te dijo ese vampiro cascarrabias?
-Que me diría quien era mi creador si encontraba a cuatro vampiros
-A mi también me dijo lo mismo- Dijo Shogo

¿Lo mismo? ¿O sea que Shogo había sido creado por el mismo vampiro que o era solo una coincidencia?

-Cuéntame de tu conversión- Le dije a Shogo
-Todo empezó hace 3 semanas. No se como pero, de un momento a otro sentí mucha sed y no era precisamente de agua. Me salieron colmillos y me puse muy pálido. Sentí un dolor insoportable en mi cuello, tan fuerte fue el dolor que me desmaye. Cuando desperté pues…ya era un vampiro.

Lo que Shogo me había contado era una historia muy semejante a mi conversión.

-¿Y viste a tu creador?
-No, por eso lo estoy buscando
-¿Y ya sabes usar todos tus poderes?
-¿A que se debe esa pregunta?
-Simple curiosidad

Shogo miro el cadáver de la mujer que había matado hace unos instantes.

-Atracción
-¿Atracción?
-Así es, veras, según lo que se y lo que he experimentado, nosotros los vampiros tenemos un poder único de atracción. Esas mujeres que conocimos en el restaurante no se hubieran acercado si es que yo no hubiera usado ese poder. Además quería matarte a ti también, pero resultaste ser igual a mi.

Shogo tenía razón, éramos dos jóvenes tomando una cerveza. En realidad no teníamos mucho dinero para ser blanco de peperas. Además eso de matarme como parte de su plan como que no me gusto mucho.

-Pareces sorprendido-Me dijo Shogo
-Un poco
-¿Y tu que habilidad descubriste?
-Pues lo básico: Correr muy rápido y saltar muy alto
-Entonces deberías aprender la habilidad de atracción
-No, mi novia me mataría- Dije sin pensar

Shogo se quedo boquiabierto

-¿Tienes novia?
-Bueno…algo así
-¿Y no te dice nada con respecto a tu alimentación?
-La misma pregunta me hizo Beckett
-Me imagino

Salimos del hotel. Ya era de madrugada.

-¿Y que vas a hacer?-Me dijo Shogo
-Pues ya encontré a uno de cuatro, me faltan tres
-¿Crees que Beckett sepa quien es nuestro creador?
-No lo se, creo que si

Pedí un taxi para que me llevara a la casa de María. Antes de abordar Shogo me dio una tarjeta.

-Búscame en esta dirección, a ver si salimos otro día
-OK, gracias. Es bueno encontrar a otro ser como yo.

Subí al taxi y me dirigí hacia la casa de María. Ya había hecho una cuata parte del trabajo que Beckett me había dado. Aun tengo que encontrar a tres vampiros más.



Vaynard



jueves, 11 de diciembre de 2008

Miércoles 26 de Noviembre: El encuentro con Beckett

Miércoles 26 de Noviembre:

El día de ayer lo había pasado con Maria en su casa. Es algo raro de que no haya nadie en su casa.
Durante el sábado en la noche que sali con María aprendí mucho sobre mis poderes, o eso pensé yo hasta el día de hoy.
A comparación del Vaynard humano, el Vaynard vampiro es mucho mas ágil, mas llamativo (obvio soy un vampiro), y mas inteligente.

Saltaba de techo en techo, corría tan o mas rápido que el viento, podía ver en la oscuridad y lo mejor de todo es que el sol no me afectaba. Aunque el domingo el sol salio y como que mis habilidades se neutralizaron.

Pero como la pase todo el día en casa de Maria pues en realidad no me importo mucho si podía usar o no mis poderes.

Ya conocía la casa de Maria, el día de mi conversión la fui a ver. Ella sin dudarlo me había dicho que fuera a vivir a su casa.

-¿No será mucha carga?, ¿Y tus padres?
-Descuida, ellos están en un largo viaje y no vendrán hasta dentro de un buen tiempo

El domingo la pase en su casa, hasta el atardecer debido a que yo tenía sed y ella quería salir a caminar, así que matamos dos pájaros de un solo tiro y nos fuimos a Miraflores.

Miraflores, como ya le he dicho antes, es un lugar que nunca descansa (incluso domingo). Siempre hay algo que ver, donde comer, donde dormir.

Fuimos al MC Donalds que esta cerca al parque Kennedy, le compre un helado y yo me compre una hamburguesa (la verdad no se para que, aunque la comí no me lleno)

Fuimos a ver libros, caminamos por el parque, nos fuimos hasta Larcomar. Estuvimos viendo tiendas.
Luego bajamos hasta la costa verde, en donde sorprendí a un drogadicto y tome su sangre.

Ya había dicho que solo atacaría a personas cuyas vidas no valen nada.

El lunes fui a trabajar normal, como el sol no me afectaba pues no habría problemas.
Maria me espero a la salida del trabajo. Es algo grandioso estar con ella, cualquier otra persona me hubiera dado la espalda, pero ella no.

En realidad estar con ella, protegerla, era lo único que me importa. Fue ahí donde comprendí que, a diferencia de algunos libros acerca de vampiros, yo siendo uno de ellos aun conservo sentimientos humanos, como el amor. Pero ¿será esto verdaderamente amor? ¿Y si solo es un apego que siento hacia ella? ¿No estaré confundido?

En fin, nada de eso importa, yo soy feliz con ella a mi lado.

También es increíble lo mucho que sabe ella de vampiros, en las noches después de la cena, nos ponemos a conversar acerca de libros ocultos y de terror. Discutimos acerca de la existencia de hombres lobos, de brujas y de incubos.
Siempre me dice que yo soy “una especie rara de vampiro”, eso me da risa.

Pero hoy paso algo que, a mi parecer, va a cambiar la vida de Maria y la mía.

Saliendo de mi trabajo me fui con Maria al Olivar, aquel parque donde sentí ese dolor terrible en mi cuello antes de mi conversión. Eran las 7pm. Estaba hablando acerca de que haría con mi creador cuando lo vea

-¿Sigues con la idea de venganza?
-Si
-Pero, ¿Por qué? Digo, eres inmortal, ágil, fuerte (aunque no lo parezcas). ¿Acaso eso te molesta?
-No, al contrario, tener esas habilidades me hace feliz
-¿Entonces?
-Es que nunca me pidió mi opinión, es decir, nunca lo vi siquiera
-¿Tu quieres conocerlo?
-Si…bueno no…bueno…no lo se

Mientras discutíamos sentí una presencia extraña. No era una presencia humana, al contrario, era una presencia oscura, una presencia extraña.

-Maria vete de aquí- le dije sin mirarla, estaba serio
-¿Qué?
-Solo vete
-¿Pero porque?-Maria estaba extrañada

La presencia oscura se acercaba cada vez más. No sabia si venia por mi o venia por Maria, en cualquier caso debía de estar precavido.

-Alguien nos vigila Maria, será mejor que salgas de aquí
-Estas loco, no te dejare solo Vaynard
-Solo hazlo por favor…

Fue en ese momento donde una voz me interrumpió

-Con que aquí estabas Vaynard, te estaba buscando
Voltee rápidamente para ver quien era
Lo que vi fue una figura humana con dos ojos rojos que brillaban en la oscuridad

Me puse delante de Maria para protegerla de cualquier ataque de ese sujeto

-Tú…tú eres el de aquella vez
-Vaya, que buena memoria tienes Vaynard
-Quien eres, di tu nombre

El sujeto se río, su risa me dio escalofríos como aquella vez.

-¡Responde mi pregunta!-le dije furioso
-Esta bien chico, no te enojes. Te diré quien soy, pero no aquí

Me arrojo un papel y desapareció con la velocidad que tiene un parpadeo.
Recogí el papel y lo leí

“Búscame en Barranco, en aquella iglesia abandonada, creo que si la conoces, búscame en el atardecer o en la noche y ven solo, no vengas con la mujer”

La iglesia abandonada era la Hermita, una iglesia que queda por el malecón de barranco. La conocía porque de pequeño me gustaba pasear por ahí.

-¿Que dice la nota?-Me pregunto María
-Que vaya a la Hermita, ahí me dirá todo
-Te acompaño
-No
-¿Por qué no?
-Por que en la nota dice que vaya solo, y es mejor así
-Ósea ahora me estas excluyendo
-No es eso María, pero si el es un vampiro de seguro te atacara.
-Entiendo, pero ¿Cuándo iras?
-No lo se, voy a estudiar la situación y cuando decida ir te lo diré, pero no me acompañaras.

Lo que le había dicho era mentira, si sabia cuando iba a ir y no se lo diría.

Al día siguiente le dije a María que me quedaría mas tarde en el trabajo, que iría de frente a su casa y saldríamos a cenar algo (bueno en realidad ella sola cenaría)

Salí de mi trabajo en el horario normal y tome un taxi directo a Barranco, hacia la Hermita.

Al llegar a la plaza central de Barranco camine un rato hasta que se oscureciera por completo. En realidad no tenia problemas de llegar tarde porque al día siguiente no iría a mi trabajo, era mi día libre.

Al llegar a la Hermita sentí una presencia oscura, pero ya conocía esa presencia

-Que mala educación la tuya, ¿es que siempre te presentas así?
El sujeto se río, pero esta vez su risa era más calmada, no era escandalosa como las veces anteriores.

-Eres muy valiente, ¿Sabes que estas hablando con un vampiro?
-Si, se que estoy hablando con alguien igual a mi
-Con que ya lo aceptaste…eso es bueno
-Iré al grano ¿Eres tu mi creador?
-No
-¿Sabes quien es?
-Si
-¿Me lo vas a decir?
-No

Su manera cortante de contestar me irrito mucho, y eso que yo también soy cortante a veces.

-Si no me vas a decir nada será mejor que me vaya
-¿Ya sabes como usar tus poderes?-Me dijo el sujeto
-No te importa
-Es verdad, a mi no me importa, pero a tu creador si.

Lo mire furioso, el sabia lo que yo quería saber, pero no lo decía.

-¿Quieres matarme?
-Si
-Lo se, puedo sentir tu ira
-¡Ah!, ¿con que ahora eres un Sith?
-¿Un Sith? No chico, soy un vampiro, y, como vampiro que soy puedo sentir tu ira
-¿Y que mas puedes hacer?

El sujeto sonrío. Camino hacia mí.

-Me llamo Beckett y soy un Mnemosínidas
-Perdón ¿Un…?
- Mnemosínidas
-¿Qué rayos es eso?

Beckett me miro y sonrío, me dio una palmada en el hombro y me dijo

-Oye, ¿Que tal si conversamos en un café?
-¿Café?
-Si, ven, vamos a una cafetería

Fuimos a una cafetería de por ahí. El pidió un capuchino y yo un café simple, de todas formas no me lo iba a tomar

-Dime Vaynard, esa chica que te acompaña ¿Es tu novia?
-Algo así
-¿Y no dice nada con respecto a lo que eres, a tu alimentación?
-No, a verdad que no. Y créeme, eso también me a parecido raro.
-Muy raro, diría yo.

Me puse a mover mi café. Estuve un rato en silencio hasta que decidí preguntarle

-Beckett, ¿Cuantos años tienes?
-Depende
-¿Depende de que?
-Depende a que años te refieres
-Años vampíricos
-¡Ah! Déjame ver…debo tener casi 200 años
-Pues pareces mas joven-le dije en tono sarcástico
-Gracias por el cumplido

Nos volvimos a quedar en silencio

-¿Y por que buscas a tu creador?
-Quiero hacerle un par de preguntas
-¿Y después?
-Lo matare
-¿De verdad? ¿Y como lo mataras?
-Lo pondré al sol y morirá calcinado
-Ah….ya veo…ya veo.-hizo una pausa y prosiguió- ¿Te has puesto a pensar de que el puede resistir el sol al igual que tu?
-Mmm...….buen punto
-Muy bueno
-Pero, yo debo ser débil a algo, como al fuego o algo parecedlo
-Chico, pensé que eras mas listo, si el sol no te mata ¿Cómo lo haría el fuego?
-El fuego si nos puede matar, y tu lo sabes

Beckett se quedo en silencio, lo que había dicho era verdad.

-Creo que te subestime chico, al fin y al cabo tu tienes sus habilidades y por tanto sus conocimientos
-¿Conocimientos?
-Si, veras, cuando un vampiro convierte a un humano, el humano aparte de adquirir las habilidades de un vampiro también adquiere el conocimiento de su creador; claro que, no siempre ese conocimiento es completo. Por ejemplo ¿Cómo sabias que podías correr a esa velocidad que, viéndola de una forma humana, es casi imposible de superar?
-No se, digamos que por instinto
-Y dime, si sabias eso “por instinto” ¿Por qué no sabias que el sol no te mataba?
-No lo se
-Te equivocas chico, si lo sabias, pero lo tenias que descubrir. Como lo hizo el
-¿Quién es el?
-Tu creador
-Si, pero ¿Como se llama?
-De verdad quieres saberlo
-Si
-OK, te lo diré, siempre y cuando hagas algo por mí
-Sabía que dirías eso
-Quiero que busques a cuatro vampiros mas, son iguales a ti.
-¿Iguales a mi?
-Si
-¿Cómo son? ¿Dónde los encuentro?
-Oye, oye ¿Qué parte de puedes hacer algo por mi no oíste?
-Esta bien, los buscare.

Me levante de la silla y me dirigí hacia la salida del cafetín.

-Una pregunta antes de irme
-¿Qué será?-Me dijo Beckett
-¿Qué es un Mnemosínidas?
-Te lo diré cuando cumplas lo que te pedí

Lo mire molesto y salí del café

¿Dónde diablos encontraría a cuatro vampiros iguales a mí?
Esto si va a estar bien difícil, creo que María me va a gritar cuando se lo diga, pero no importa. La única pista de mi creador esta muy cerca y no la desaprovechare.


Vaynard




sábado, 6 de diciembre de 2008

Sábado 22 de Noviembre: Mi decisión

Sábado 22 de Noviembre


Estuve sentado en el sofá de mi casa. Mi familia estaba a mi alrededor. Maria estaba afuera de mi casa.
Mi familia estaba extrañada porque yo les había dicho que quería hablar con ellos.

-Dime que sucede Vaynard, ¿De que nos querías hablar?- me dijo mi madre
-Bueno pues…la verdad no es fácil de decirlo
-¿Qué? ¿Estas bien?- me dijo mi hermano
-Si..Bueno no..Bueno…mas o menos.
-Pero dinos que te pasa Vaynard, ¿reprobaste un curso? ¿Te botaron del trabajo? ¿Embarazaste a alguien? ¿Eres gay?..¡Dinos que te pasa!-mi madre estaba poniéndose nerviosa
-No, no, no, y doble no. No es nada de eso
-Entonces…-mi hermano intervino- ¿Qué es?

No sabia si decírseles. No me lo iban a creer. Y es que, no es normal decirles a tu familia “Soy un vampiro, me alimento de sangre para vivir”

-Bueno, soy un vampiro.

Por un momento mi casa quedo en silencio.

-Eres un ¿Qué?- mi hermano me pregunto
- Un vampiro
-¡Caray! Vaynard, se que te gusta leer cuentos de vampiros y todo eso pero….¿No crees que ya eres muy grandecito para creer en vampiros y todo eso?- Me dijo mi madre en un tono muy burlón
-Pero es cierto, los vampiros existen- afirme
-Si, si…los vampiros “existen”-dijo mi hermano sarcásticamente

Eso me hizo enojar mucho. Mi hermano es menor que yo, pero aun así se cree mucho, se cree mas inteligente que otros, hay veces que no lo aguanto. Pero esta vez me hizo enfurecer de verdad.

Me levante del sofá y lo mire fijamente y con furia

-¿Crees que estoy mintiendo?
-Mmmm….déjame ver……si

Fue ahí donde la cara de mi hermano paso de altanería a horror. Era lógico, estaba viendo lo mismo que vio el pandillero que asesine la noche anterior, mis ojos estaban rojos.

-Pero que caraj….
-¿Qué? ¿Aun no me crees?-Le dije sonriendo, mostrándole mis colmillos.

Mi madre se llevo la mano a su boca para acallar un grito de horror.
Mi hermano estaba temblando de miedo; hasta que por fin me creyó, pensé.

-Es fácil hablar de algo que no conoces, hermano. Es cuando yo digo que Dios no existe y ustedes me dicen que si, ¿Por qué? ¿Lo han visto alguna vez?- hice una pausa y proseguí- En cambio yo les digo que los vampiros existen, incluso les digo que soy un vampiro ¿Y aun así no me creen? ¿Es acaso necesario mostrarles pruebas de lo que soy?

-Eres un demonio- Me dijo mi madre llorando

Eso me hizo sentir mal.

-Madre, ¿Crees que seria capaz de atacarlos?, Si ustedes son mi sangre, son mi familia. No pienso atacarlos.
-¿Y ya mataste?-dijo mi hermano tratando de reponerse del susto
-No-mentí

Fue una situación muy incomoda, mi madre lloraba, mi hermano estaba asustado y yo pues estaba normal aunque no quería estarlo. quería estar tan afligido como ellos dos estaban, pero no pude. Y es que, al convertirte en vampiro (creo yo), pierdes algunas emociones comunes de los humanos. Además el asesinar a un ser humano en algunos casos te genera locura pues hay personas que no pueden vivir sabiendo que mataron otra persona. Pero en mi caso era distinto pues yo había decidido la noche anterior con Maria que, si iba a asesinar humanos estos tendrían que ser personas que sus vidas no valgan nada o que estén desperdiciando sus vidas en drogas, alcohol o robando.

Ya eran las 6 de la tarde, prácticamente ya no había luz. Mire a mi madre y a mi hermano, les sonreí y les dije

-No querrán tener a un mounstro como yo, así que me retiro.
-¿A dónde vas?- me pregunto mi madre
-Pues…no lo se…a algún lugar.
-Hoy te quedas aquí
-No, lo siento

Me dirigí hacia la puerta, la abrí y salí de la casa. Antes de cerrar la puerta les dije que los vendía a visitar si ellos así lo querrían. Cerré la puerta

Vi a Maria que me esperaba con una sonrisa.

-¿Fue fácil?
-No, por supuesto que no
-Entiendo, y ahora ¿Qué piensas hacer?
-Pues buscar al causante de esto
-¿O sea a tu creador?
-Si
-¿Y que vas a hacer cuando lo encuentres?
-Pues preguntarle algunas cosas, la cura de este problema y luego…lo matare
Maria me miro asombrada
-¿Te vas a vengar?
-Si
-Grandioso, el vampiro vengador, ¿Cómo quieres que te llame? ¿Drácula?-Me dijo María en tono burlón con una sonrisa.
Yo la mire y le sonreí
-Solo llámame Vaynard.
Y así nos alejamos de mi casa agarrados de las manos rumbo a nuestra aventura


Vaynard



jueves, 4 de diciembre de 2008

Viernes 21 de Noviembre: Mi primer asesinato

Viernes 21 de Noviembre

Ya eran las 5:40 p.m. cuando desperté.
Estaba sediento, no había probado ni una sola gota de agua.
Pensé que todo lo que había visto y sentido la noche anterior era una pesadilla.

Fui al baño a mojarme la cara, me mire al espejo y me di cuenta de que lo que había visto y sentido ayer no era un sueño, ni mucho menos una pesadilla…..era una realidad.

Pensé por un momento en lo que mi familia me iba a decir. Lo mas probable es que me boten de la casa (no habría problema, total yo trabajo y podría hospedarme en algún lugar)

Pero ¿Y si me daba hambre?.....Yo no quiero matar a nadie (bueno a algunas personas) pero no quiero matar. Podría tomar sangre de animales como en el libro “Entrevista con el Vampiro”, solo de pensarlo me daba nauseas.

Tenia que decirle a alguien lo que me había pasado, a alguien que no se burlara de mí, ni que me creyera loco.
Pensé en Maria, ella es la única que me había creído en estos 3 días.

-¿Y si la voy a buscar?- pensé
Hoy no teníamos clases así que posiblemente este en su casa.

Ella vive muy cerca de donde yo vivo, pero para llegar a su casa debía de pasar por un par de calles muy peligrosas. Es por ese motivo que ella siempre me decía que no la acompañe a su casa.

Pero ese motivo de “calles peligrosas” no tenia mucha importancia en ese momento, tenia que decírselo, ya no aguantaba mas, yo se que ella me creería.

Salí de mi casa rumbo a casa de Maria.
Ya estaba oscuro cuando Salí de mi casa, así que corrí para llegar más rápido a mi destino.

No se porque llegue tan rápido, ¿Será alguna habilidad vampírica?...Vaya que era veloz, la gente no se percataba de que había pasado a su lado. Llegue en menos de 2 minutos con mi nueva velocidad. Eso me había alegrado un poco.

Me encontraba frente a la puerta de la casa de Maria.
Toque el timbre, esperaba que no saliera nadie de la familia de Maria, se hubieran asustado al verme.

-Vaynard, hola….

Era Maria, estaba con un polo con capucha color azul y jeans también azules. Tenía zapatillas negras.

-Maria, mirame, no se que me a pasado…
-Pasa, rápido

Me invito a pasar a su casa. No era tan grande, la sala y el comedor estaban en el mismo ambiente, había también un baño y 2 habitaciones, asumí que una de las habitaciones era de sus padres.

Maria se me acerco y miro mi cuello.

-No tienes marcas….eso si es raro
-¡Claro que lo es!- le dije
- Tranquilo, tranquilo dime ¿ Cuando sucedió?
-Ayer en la noche
-¡¿Ayer?!- me grito- ¡¿ Y vienes recién a decirme?!
-No te molestes, quería probar algo, es por eso que recién acudo a ti
-¿Probar? ¿Qué querías probar?
-Si era resistente al sol…solo eso

Vi que Maria se puso roja, bajo su cabeza, vi que dos gotas cayeron al suelo, estaba llorando

-así que….querías morir…¿es eso?
-Si….

Maria levanto la mirada, en sus ojos se veía la pena y la cólera. Me quede tan impactado en su mirada que no me percate en su brazo. Ella me dio una bofetada
-Vaynard, eres la persona mas idiota que he podido conocer, y no solo idiota, sino egoísta…¡Eres un idiota egoísta!

Yo me había quedado petrificado, no podía decir ni hacer nada. Maria me había dicho que era un idiota egoísta, me sentía muy mal. La única persona en la que podía confiar me había dicho que era un idiota egoísta. Si bien antes me había sentido deprimido lo que sentía ahora era el acumulativo de todas mis depresiones pasadas y futuras

-Maria, lo siento, es verdad fui un idiota egoísta, yo no…
Me detuve, algo me había dejado sin palabras nuevamente.
Era Maria que me estaba abrazando, su cabeza reposaba en mi hombro, ella estaba llorando.
No entendía el porque, nunca nadie me había abofeteado y luego abrazado.

-Eres un tonto-me dijo
-Si lo se
-¿Acaso no pensaste en tu familia? ¿En ti? ¿En mi?
-Bueno….solo en ti

Nunca, pero nunca le había dicho a una persona que pensaba en ella, para mi era algo nuevo, se sentía bien

-¿Oye, sigues molesta?
-Solo un poco.

La abrasé. Al principio estaba preocupado porque pensaba de que , si en algún momento que me encontrara hablando con Maria salía mi instinto vampírico, la atacaría; y eso es algo que yo no quería hacer.

Salimos de su casa para dar un paseo por un parque cerca de ahí. Es increíble que solo hayan pasado 3 días y Maria se hubiera hecho mas que una amiga. No cualquier persona seguiría al lado de alguien si este alguien fuera un vampiro. Ella a sido muy buena conmigo, se a preocupado como nunca alguien se hubiera preocupado por mi.

-Y ya has probado sangre
-No…aun no, pero temo que pronto sentiré sed y atacare a la persona mas próxima a mi
-Pero…eso es algo natural en un vampiro ¿No?
-Si…bueno…supongo que debe de ser así…pero…
-¿Pero?
-Pero yo nunca elegí ser un vampiro, nadie me mordió el cuello o chupo mi sangre. Como puedes ver no tengo huellas de mordidas en mi cuello- le dije mostrándole mi cuello

Seguíamos caminando alrededor del parque, cuando vimos a lo lejos un grupo de chicos de mi edad, eran 5,todos tenían gorras y camisetas muy anchas, caminaban haciendo mucho ruido.
Eran pandilleros.

Maria se asusto, me cogio fuerte el brazo.
Los pandilleros seguían acercándose
Yo seguí caminando, sin hacer caso del susto de Maria
No me caen los pandilleros, siempre he querido acabar con ellos, para mi ellos son la escoria de la ciudad.

-Oe compare, ¿tienes un sencillo ahí?- me dijo un de los pandilleros
Yo lo mire con desprecio y asco, pues eso es lo que me genera al ver a uno.

-Oe te estoy hablando
-No tengo, y tampoco te daría dinero alguno
El pandillero se sorprendió al oír eso

-¡Ah!...Un machito
-Aquí se te acabo el chiste…vas a morir

El pandillero saco una cuchilla y se puso en posición de ataque

Mire a Maria, estava preocupada.

-No te preocupes, voy a probar algo- le dije sonriéndole

De pronto sentí que me apuñalaron en la espalda. El pandillero había comenzado a atacar.

De que dolió, dolió, pero no me mato. Eso me impacto, casi tanto como mi velocidad, pero al parecer el mas impactado de todos era el pandillero

Me miro horrorizado, de una cara de seguridad y maldad paso a tener una cara de susto.
Camine hacia el mientras me quitaba la cuchilla que estaba en mi espalda.

Lo mire con furia, mostrándole la cuchilla.

-Esto es tuyo, ¿verdad?....escoria
-Pero que mierda eres….tus ojos…
-¿Qué?
-Son rojos….eres un mounstro…¡Eres un maldito mounstro!
-¿En verdad?-Le dije.

Lo único que pensé era matarlo, y matar a sus amigos. Los quería muertos

Me acerque tanto a el que podía ver su sudor…estaba sudando…tenia miedo.
Lancé el cuchillo a uno de sus amigos, le cayo en el cuello, creo que murió instantáneamente

Los otros 3 salieron corriendo del lugar mientras gritaban ¡Un mounstro! ¡Un mounstro!

Solo me quede con mi atacante. Con mi nueva velocidad me ubique atrás de el, y sin pensarlo ataque su cuello. Le mordí el cuello y adsorbí toda su sangre hasta dejarlo casi muerto.

Maria se quedo observando sin decir nada. Yo no me percate de eso hasta después de un tiempo.
Luego la mire y me di cuenta de que ella había presenciado un asesinato, me había visto matar a un ser humano

-Yo….no se que decir, no quería que vieras esto

Maria avanzo hacia mi y me abrazo.

-Descuida, todo esta bien.
-No, no lo esta…Yo acabo de matar a alguien
-El te ataco primero...gracias por defenderme de ellos.

¿Defenderla? Ni siquiera la habían atacado, pero luego pensé que si no hubiera hecho algo, ella hubiera salido lastimada.

Juramos no decir nada a nadie sobre lo ocurrido.
Ahora viene la peor parte que es decirle a mi familia que soy un vampiro, pero eso ya no me importa. Lo único que se es que Maria esta a mi lado, apoyándome, y yo la protegeré siempre. Eso me basta por ahora




Vaynard



martes, 2 de diciembre de 2008

Jueves 20 de Noviembre: Mi conversión

Jueves 20 de Noviembre

-¿Un vampiro?... ¿Aquí?
-Si….

Estábamos sentados en un salón de la universidad, cerca de una ventana que daba a la calle. María se había quedado sin palabras. Se lo conté debido a que ella me había mencionado la noche anterior que posiblemente un vampiro había atacado a las personas que figuran como desaparecidas en los periódicos y en las noticias; además confío en ella.

-¿Y que vas a hacer?
-No se…. ¿esperar a mi atacante?
-¡¿Esperar?!-Me dijo María en un tono molesto

Ella tenia razón, no podía quedarme sentado y esperar a que mi atacante se presentara. Tenía que defenderme de algún modo, pero no sabia quien era mi atacante, o que era, dado a que con todo el problema que se había dado ayer en la noche mi atacante podría ser humano o vampiro….u otra cosa.

-Al parecer no tienes un plan- María estaba inquieta, y eso que no es a ella a quien la asechan

-Dime una cosa María….tu….
-¿Yo que?
-… ¿Me crees?
-Claro que si….aunque es un poco extraño

Ella estaba preocupada, se le notaba en la mirada.

-Oye descuida, ya veré como me defiendo…quizá me bañe en ajo- le dije con un tono burlón
Ella sonrió

Se lo dije para que se calmara un poco. Nunca me bañaría en ajo…es un olor que no soporto…pero es rico como aderezo en las comidas
Muy aparte de eso no sabia como defenderme… ¿Y si fuera un vampiro? ¿Serviría una estaca? ¿Fuego? ¿Sol?..... ¡Sol! Esa es una buena idea. Correría de el toda la nuche y me detendría minutos antes del amanecer. O mejor aun, lo buscaría en el día y lo mataría.

Me di cuenta de que lo que pensaba esa descabellado: Aun lo buscara en el día no sabría donde ubicarlo, y si espero a la noche pues el tendrá la ventaja. Según lo que se los vampiros son muy rápidos; si lo reto en la noche no tendré oportunidad alguna.

-¿Estas asustado?
-Si te digo que no te estaría mintiendo
-Está bien, es normal
-¿Normal?

Me pare y fui hacia la ventana.

La calle estaba tranquila, pasaba uno que otro auto. Pensaba en las palabras del sujeto de los ojos rojos,”Ahora entiendo porque te eligió”.
¿Quién me eligió?... ¿Y para que me eligió?

De pronto sentí unos brazos que rodearon mi cuello. Eran calidos. Me abrazaban con fuerza y mucho cariño, así lo sentí yo. Era María

-No te preocupes. Todo va a salir bien, ya lo veras

Sus palabras me dieron fuerzas, me tranquilizaron. No me gustaba que ella se preocupara de eso, pensé que la había metido en un problema que no le debía importar, no era con ella.

-María, lo mejor será que nos separemos. No quisiera que te atacaran estando a mi lado.
-No me pidas eso. No te puedo dejar a ti solo con todo este lío.
-¡Entiende por favor! Yo no quiero que te pase algo.
-No me pasara nada.

Me seguía abrazando. Yo le cogi las manos, no quería que nada le pasara, pero tampoco quería separarme de ella. No se el porque, pero estar a su lado era algo que me gustaba. ¿Me abre enamorado de ella? ¡No! ¡No puedo! Si me llego a enamorar de ella la pondría en peligro. Ese sujeto podía leer mi mente, mis pensamientos, y si el atacante tiene la misma habilidad sabrá que María es alguien importante para mí, y también la atacara.

……………………………………..

Llegue a mi casa, no había nadie, me tire en mi cama y me puse a pensar
La sed volvía, y esta vez si sentía mucha sed, más de la que sentí los días anteriores.
De pronto sentí un terrible dolor en el cuello, era insoportable. Me desmaye

Cuando desperté sentía algo raro. Ya no tenía sed. Sentí que mi cuerpo había cambiado. Y no era un cambio bueno. Corrí al baño, me mire al espejo y quede impactado.

Mis ojos tenían un color brillante. Seguían siendo negros pero eran mucho más brillantes. Pero lo que mas me dejo sorprendido fue los colmillos que tenia…eran muy grandes, no tan grandes como los de un tigre o un león, pero si eran mas grandes de cómo yo los tenia antes.

Estaba pálido, mi cuerpo estaba frío. Sentía en mi boca el sabor a sangre
Mire mis manos, estaban blancas como la nieve, mi rostro estaba pálido y no habían rastros de arrugas (no eran muchas, tengo 20 años) De la desesperación cogi una maquina de afeitar y me hice un corte pequeño en el dedo. Este sangro, pero al instante la herida cerro. En ese momento comprendí que había pasado. Ya no era humano, aunque tuviera la forma humana no era mas un humano. Era otra cosa, ¿Pero que cosa era?

Yo lo sabia….pero no quería aceptar mi realidad.
Era un vampiro, y pronto comenzaría a sentir hambre, o mejor dicho sed, he iría a cazar, a matar humanos.

Me quede pensando un rato. Llame a mi madre diciéndole que iba a ir a la casa de una amiga a estudiar.
En parte no mentía, iba a ir a casa de María, pero no a estudiar sino a verla, a que ella me viera, y a esperar que salga el sol y me queme con sus potentes rayos…OH.! Que muerte mas dolorosa….me iría a doler.
No quería que María me fuera a ver sufrir, así que Salí de mi casa y me dirigí a un hotel.

Mientras caminaba en la noche me di cuenta que un hotel era muy caro, así que fui a un hostal.
La fachada era verde, con un cartel que decía hostal en el margen superior de la puerta.
Subí las escaleras. Me dirigí a la recepción que estaba al finalizar la escalera.

-Buenas noches señor…joven, dígame en que le ayudo.
-Gracias, una habitación con vista a la calle por favor.
-Claro, permítame su DNI

Le brinde mi documento, el sujeto que me atendió apunto en su cuaderno de control mis datos. Luego se volteo para coger algo. Al volverse a mi me entrego un llaves con el numero 20.

-Joven, sus llaves. La habitación 20 esta al fondo del pasillo a su lado derecho.
-Gracias- Le dije cogiendo las llaves
-Joven, ¿Espera a alguien más?
-Eh?, No, a nadie…..solo quiero dormir. Le rogare que no llame a mi puerta.
-¡OH! Claro joven.

Entre a la habitación, era pequeña, con una cama al lado de la ventana, una tele, el baño….era un cuarto pequeño, pero cómodo.

Me senté en la cama a esperar el sol. Pasaban las horas y pensaba en todo lo que había hecho y vivido: Mi familia, mis amigos, María, los días de deporte, María, mis videojuegos, María….María….

………………………………..

Ya eran las 5:55 am…..me prepare para morir calcinado.

-Ojala no me duela- me dije a mi mismo

Salieron los primeros rayos del sol, sentí que era mi fin
Toda la habitación se irradio de luz solar.

Yo estaba ahí, parado, sin hacer nada.
No tenia rastros de quemaduras, ni me dolía nada. Pensé que el efecto del sol era retardado así que espere y espere……

Espere mi final hasta el medio día. No me había pasado nada.
Llame a mi trabajo diciendo que me sentía mal y que ese día no iba a poder ir.
Salí de la habitación, fui hacia la recepción y le entregue la llave al sujeto de recepción

-¿Se siente bien joven?
-Si, ¿Por?
-Lo veo un poco…muy pálido- Me dijo el sujeto de la recepción un poco asustado.

No le hice caso y me retire del hotel.
Llegue a mi casa
No había nadie, para variar. Fui a mi habitación y me eché a dormir.
No quería hablar con nadie, ni saber nada de nada. Solo quería descansar.

Me mire las manos de nuevo, seguían pálidas y frías.
Suspire y dormí.



Vaynard



lunes, 1 de diciembre de 2008

Miércoles 19 de Noviembre: El extraño en las sombras

Miércoles 19 de Noviembre

Hoy paso algo muy raro….no contare como fue mi día porque, al igual que los días anteriores, hice lo mismo y sentí lo mismo.

Saliendo de las clases acompañe a María a tomar el auto que la deja por su casa.
Estuvimos hablando sobre las clases, los profesores, los chicos del salón, las chicas del salón.
Y es que andar con ella es muy divertido. Tenemos mucho en común: Nos gusta el rock, nos gusta los mismos deportes, tenemos los mismos tema de conversación….nunca me aburriría con ella.

-¿Y que opinas de las desapariciones de los últimos días?- Me pregunto ella
-Ehhh…..-Me quede un rato en silencio- Pues, es algo raro….nunca encuentran el cadáver del desaparecido.
-¿Cadáver? Así que crees que están muertos
- María, hace ya dos semanas que ocurrieron las desapariciones-hice una pausa y continué- Si no hay señales de vida, pues entoces están muertos.
-Tiene mucho sentido, pero….- se contuvo, como si dudara en preguntarme algo
-Pero ¿Qué?- le dije
-¿No crees que hayan sido atacados por…..no se……una especie de vampiro?
-¿Crees que existen tales seres?
-Y por que no….además tú lees muchas cosas de vampiros- me dijo ella
-Si pero….vamos María, solo son fantasías….nada mas.

Seguimos caminando hasta legar a la Avenida Arequipa, una avenida muy transitada en Lima. El auto que pasaba por la casa de María se aproximaba a lo lejos

-Bueno, aquí nos separamos.- Le dije en tono burlón
-Pero no te libraras de mi….nos vamos mañana.
Se despidió con un beso en la mejilla, abordo el auto y se alejo en la noche

Yo seguí mi camino rumbo a mi casa, estaba oscuro, caminaba por la avenida pensando en lo que María me había dicho, ese asunto de los vampiros.

Me pareció muy gracioso….un vampiro en Lima….que le vería un vampiro a Lima….que hay aquí… ¿La sangre peruana será mas rica?

¡¿Pero que estaba pensando?!....La sangre no sabe rica….tiene un sabor metálico….no es agradable.

Pero recordé lo que hice la vez pasada que chupe la sangre que me brotaba por la herida de un corte.

Sin darme cuenta ya había llegado al edificio el Dorado, un edifico muy grande que se encuentra en la avenida.
Ya estaba cerca de casa, crucé la avenida para llegar ala otra acera, cuando de pronto sentí que me observaban.

-Así que tú eres el de los sueños, ¿no?-Dijo una voz
Volteé rápidamente a ver quien había hablado.
Vi una figura de un hombre con un saco largo…parecía una capa. No se le podía ver muy bien el rostro porque estaba muy oscuro.

-¿Quien eres?
-Mi nombre no tiene importancia
-Pues para mi si- le dije, estaba molesto.
-Ten cuidado, algo te asecha
-¡¿Quién eres?!-le grite
-Solo cuídate, tus sueños…..no son solos sueños…..es algo mas…..es una premonición
-¿premonición?-le pregunte-Dime una cosa…. ¿Estas drogado?

El sujeto lanzo una carcajada, su risa daba miedo

-Ahora entiendo porque te eligió.
-¿eligió?
-Si…..si…eligió
-Señor….no es por nada pero…..comienza a asustarme
-¡Y deberías estarlo!-grito

Yo di un salto atrás, su grito me había asustado.
El sujeto salio de las sombras, tenía el rostro cubierto con una especie de pasamontañas, tenía toda su ropa oscura y sus ojos eran de un color carmín encendido

-Sus ojos……-dije en voz baja
-Buena percepción chico, pero….-dijo el sujeto-Necesitaras más que eso para vencer a lo que te asecha.
-¿Y que es lo que me asecha?- le pregunte. Estaba un poco nervioso. Los ojos del sujeto tenían algo raro (obvio, eran rojos…eso no es normal), pero decían mucho…tenían mucho conocimiento, y tristeza…mucha tristeza

-¿Con que tristeza, verdad?-Me dijo
-¿Qué?
-Puedo leer tu mente con claridad-Me dijo con tono un poco arrogante

Me quede estático, no podía decir nada. Ojos rojos y puede leer la mente. Solo se de un ser que puede hacer eso….Un Vampiro………. ¡No!, ¡No hay forma!....los vampiros no existen, solo están en libros y relatos antiguos

-Te veré pronto chico, así que cuídate.
Y diciendo esto el sujeto desapareció en la oscuridad.
No sabia que hacer….un vampiro….un vampiro de verdad me había hablado. Un sueño hecho realidad…aunque da miedo.

Al llegar a mi casa no dije nada a nadie. ¿Qué iba a decir? Me hubieran creído loco.
Y sin decir nada me eché a dormir.


Vaynard